El futuro de las Asambleas de Dios ante los desafíos de nuestra época por: Pbro. Jorge Canto H.

Toda la Biblia nos enseña que la vida está llena de desafíos. Enfrentarnos al futuro, al entorno y a nosotros mismos será el pan diario para el género humano.

Con dolor darás a luz los hijos (Génesis 3:16); con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra (Génesis 3:19). Ambas expresiones de Jehová, contenidas en el libro de los inicios, son declaraciones que siguen retumbando en toda la creación. El hombre (varón y mujer) que antes de su rebelión lo tenía todo, ahora sería acompañado en su vivir por la adversidad.

A partir de la primera desobediencia el ser humano se convirtió en un ente de desafíos, en un nudo de retos, en un soldado frente a enemigos de oposición, en un estratega de la batalla contra sí mismo.

El género humano piadoso lucha por guardar la fe, tan prístina como sea posible, pero el pecado que mora en él la quiere modificar para su beneficio. Es así que tenemos a Lamec, chozno de Caín, a sólo cinco generaciones del hijo de Adán, ya tomando dos mujeres, convirtiéndose en el primer bígamo, desafiando con una terrible venganza a quien se atreviera a cuestionarlo, oponiéndose al mismo orden divino (Génesis 4:17-24). El legendario Nimrod se aventuró a una empresa apoteósica. Sus hombres eran tan organizados y tenía tan buenos ingenieros que desafió al Señor edificándose una torre, muy alta, para así hacer frente a un próximo diluvio (Génesis 10:8-10; 11:1-9). Se nota que conocían al Dios de Noé, tenían descendientes que les transmitieron la historia como verídica, tuvieron palabra fresca para entender que Jehová castiga y, aun con todo ello, desafiaron a Dios.

Este tipo de desafíos sólo llevan a la destrucción, soledad y confusión. La iglesia primitiva tuvo que enfrentar las consecuencias del incremento de la fe, cuando las viudas de los griegos se quejaban de falta de provisión (Hechos 6). Pablo corrigió a los desafiantes corintios, y Juan al tal Diótrefes, que con su filoproteosis (amar los primeros lugares) enfrentaba la autoridad de sus ancianos eclesiásticos (3 Juan 9, 10). Hoy, al igual que en cualquier época, nuestra fe se enfrenta a toda clase de desafíos. Desde la temprana persecución neroniana, hasta la maligna sutileza de Laodicea.

La doctrina se somete a tensiones fortísimas contra el ateísmo, la herejía y la ignorancia. Además, las organizaciones cristianas contienden con los desafíos de su propio crecimiento y tamaño. Toda iglesia tendrá que enfrentar desafíos, no sólo externos sino internos. Las enfermedades y las políticas de los gobiernos envían oleadas que hacen dar bandadas a la barca para uno u otro lado. La participación de la iglesia en la vacunación contra las nuevas pandemias y, además, la política o el activismo social de algunas congregaciones es siempre cuestionada en una variopinta maqueta de opiniones.

¿Debemos o no participar? ¿Debemos o no acomodarnos a los tiempos? ¿Son acaso las modas externas las que le dan a la iglesia su liturgia y predicación o se deben enfrentar estas novedades? Hace un tiempo hubo líderes que enseñaron que debería haber pastores emos para los emos, a fin de alcanzar a éstos para Cristo. Pero, prácticamente, ese movimiento fue modal, desaparecido hoy. La reciedumbre de la iglesia siempre será probada, pues es el ejercicio necesario para hacer frente a lo que viene. Se dice que los árboles de invernadero pierden con el tiempo sus ramas, pues estas grandes cepas caen hasta el suelo porque simplemente, en su crecimiento, nunca tuvieron vientos que las desafiaran; al final no pueden sostenerse, pues no estaban listas para seguir adheridas, ya que nunca enfrentaron oposición. Las congregaciones y líderes carnales enfrentan carnalmente los problemas.

No fue Alemania Oriental la que inventó el Muro de Berlín, en realidad fue Baasa, rey de Israel, el llamado Reino del Norte. En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa rey de Israel contra Judá, y fortificó a Ramá, para no dejar salir ni entrar a ninguno al rey Asa, rey de Judá (2 Crónicas 16:1).

La gente en el Reino del Norte sufría por culpa de los malos gobernantes, y querían migrar al sur, a Judá, donde al menos no se habían olvidado del todo de Jehová. Así que, frente a este reto, Baasa decidió edificar el primer “Muro de Berlín” que, al igual que el de Alemania, terminó por sucumbir. En lugar de enfrentar los retos del porvenir con la ayuda del Señor, se buscan soluciones humanas que no dejan nunca nada bueno. Nuestra organización tendrá a sus jóvenes ministros en sus manos.

Ellos miran el comportamiento de sus líderes y ministros que están antes que ellos. Ven su manera de hablar, observan su estilo de vestir, ven cómo escriben y contestan en las redes sociales y, así mismo, copian sus expresiones faciales, sermones y, en general, su testimonio completo. La manera como guiamos a los jóvenes de nuestras iglesias se verá reflejado en un futuro no muy lejano. Si los que nos siguen tienen un pastor o líder piadoso seguramente anhelarán ser, en mayor o menor grado, como ellos. Por lo contrario, el mal testimonio se duplica y triplica sin remedio en todos aquellos que lo miran y termina por herir, deformar y descarriar a potenciales futuros líderes. El reto más difícil para un hombre es dominarse a sí mismo. Frenar la lengua requiere un esfuerzo extra, domar el carácter necesita el fruto del Espíritu Santo; no en balde la última parte del fruto del Espíritu es templanza, es decir, el poderoso control del propio ser.

El futuro siempre es amenazador y pocas veces es aparentemente en paz. Según la BBC, la guerra más corta de la historia ocurrió en Zanzíbar, ese archipiélago en el Océano Índico, la cual duró sólo 45 minutos.[1] Por otro lado, El Sol de Puebla, citando al historiador A. Cagliani dice: En los últimos 5 mil años de historia, la humanidad sólo estuvo 900 años en paz, en los cuales los hombres se preparaban para el conflicto siguiente.

Más de 8 mil tratados de paz se han firmado en el transcurso de los últimos 35 siglos. Desde 1945 hasta finales del siglo XX se disputaron 140 guerras con 13 millones de muertos.[2] Nuestro corazón está en el Señor; lo que venga no debe darnos miedo. La iglesia ha sobrevivido, y ciertamente el Dios a quien servimos nos habrá de dar paz en medio de toda tormenta. Todo el futuro nos señala que su regreso se acerca y que nuestro amado Pastor nos habrá de apacentar en su regazo. Nacerá el Sol de Justicia (Malaquías 4:2) y saltaremos de alegría. Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia por la cual Jesús entregó su sangre (Mateo 16:18).

Estemos firmes y dignos en la vocación con la cual Cristo nos llamó (Efesios 4:1), y así, como debe ser, enfrentaremos el futuro. Asambleas de Dios ha sido marcada con un propósito singular. Siempre, desde sus inicios, tuvo que hacer frente a toda clase de dilemas o divisiones. Si la iglesia ha representado bien su papel de sal de la tierra entonces el diablo tratará de dividirla, intrigarla y destruirla. Mil veces el enemigo ha atacado a nuestra amada institución, pero aquí seguimos.

Tenemos el deber de amar a nuestros contrarios, bendecirlos y orar por ellos, pues cuando se conviertan al Señor oiremos sus preciosas historias de salvación y nos gozaremos con ellos. Recordemos las dulces palabras del Maestro de maestros: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:27, 28).

Acerca de: Pbro. Jorge Canto Hernández

Foto del avatar
El Pbro Canto es lider nacional del Concilio desde hace varios años, en 2019-2020 es electo Superintendente General, ademas de ser un Pastor y Ministro destacado en México, cuenta con Estudios teológicos y es promotor de la educación cristiana en su iglesia y su Distrito. Hombre valiente y de buen carácter.

Mira esto también

LA EDUCACION CRISTIANA EN TIEMPOS DE COVID19 por Pbro. Fernando Figueroa González

L a frase fue expresada por el Dr. Teófilo Aguillón mientras disertaba en una conferencia …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Send this to a friend