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VERDAD CENTRAL
Dios escucha las oraciones de sus hijos. Tiene poder para ayudar a su pueblo en cada una de sus luchas.
Lectura bíblica: Josue 10:1-15
Derrota de los amorreos
10 Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos,
2 tuvo gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes.
3 Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón, diciendo:
4 Subid a mí y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.
5 Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella.
6 Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros.
7 Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.
8 Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti.
9 Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal.
10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.
11 Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.
12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas:
Sol, detente en Gabaón;
Y tú, luna, en el valle de Ajalón.
13 Y el sol se detuvo y la luna se paró,
Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. m ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.
14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
15 Y Josué, y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal.
OBJETIVOS
Distinguir el milagro que hizo el Señor para ayudar a su pueblo. Valorar la importancia de orar con fe. Confiar en que nuestro Dios nos da la Victoria en toda adversidad o lucha
INTRODUCCION
Se reunieron los reyes del sur de Canaan para hacer guerra contra los que hicieron alianza con el pueblo escogido de Dios. Estaban temerosos por causa de la destrucción de Hai y molestos por el pacto que hizo Gabaón. Por ello se unieron para exterminar a los de esa ciudad.
Israel participó en la batalla debido a la promesa que hizo a los gabaonitas. Pero el Señor animo a Josué y prometió que ninguno de los enemigos prevalecería contra él (10:8). En esa ocasión, un milagro sin precedentes se registró en la historia a favor del pueblo amado de Dios. De esa forma los israelitas obtuvieron una gran Victoria.
Para el hombre algunas cosas resultan difíciles, pero para Dios no existe nada imposible. El caso que hoy nos ocupa nos enseñara que el Señor tiene control de todo. No hay para El dificultad u obstáculo imposible de vencer.
I. LA AMENAZA DE LOS CINCO REYES
Nota complementaria
Una confederación de reyes y naciones se opusieron a los Gabaonitas, que ya tenían su alianza con los invasores. Los de Gabaon pidieron ayuda a Israel, y Josué acepto ayudarlos después de que el Señor lo animo: «Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerán delante de ti» (Josué 10:8). [No hay nada mejor que empezar una batalla con la Victoria garantizada.’ (Alberto T. Platt. Estudios biblicos ELA: Promesas y promezas de Dios (Josué). pag. 68).
Gabaón recibió amenazas de parte de una coalición dirigida por el rey de Jerusalén, Adonisedec (“señor de justicia»). Por esa razón, los gabaonitas enviaron un mensajero a Josue’ en Gilgal, con una urgente petición de ayuda.
Esperaba este pueblo que los israelitas le ayudaran a combatir a| imponente ejército Amorreo. Josué podría haber dejado que los cinco reyes masacraran a Gabaón, sin embargo. había hecho un pacto de paz con ellos (9:1-15). Seguramente en su juramento prometieron protegerse mutuamente de los enemigos.
…sube prontamente a nosotros para defendemos y ayudarnos (10:6). Los gabaonitas sabían que solo Josué podía ayudarlos. Conocían las victorias que el Señor les había otorgado antes y estaban seguros de que nadie podría enfrentarlos.
La experiencia que tuvo Josué anteriormente al no consultar al Señor cuando hizo alianza con Gabaón, le dejó una importante lección. Esta vez, sin embargo, fue Jehová quien animó a su siervo a enfrentar a la coalición: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevaleceré delante de ti (10:8). Estas palabras nos recuerdan lo que Dios le había dicho antes a Josué: No temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo (1:9). Yo he entregado en tu mano a Jericó (6:2). El caudillo, no lucharía solo, tendría al Todopoderoso de su lado. Así que de inmediato, Josué reunió sus mejores fuerzas y se puso en marcha durante toda la noche, recorriendo los 32 kilometros que separaban a Gilgal de Gabaón.
El creyente que quiera asegurar la Victoria en contra del enemigo, ha de cerciorarse de contar en todo tiempo con la dirección divina. Qué razón tenía Moisés cuando dijo: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aqui (Exodo 33:15). En nuestro caso, el Señor también nos ha prometido nunca dejarnos.
Los hijos de Dios que están librando la batalla en contra del enemigo y sus huestes de maldad, cuentan con el respaldo del Vencedor. El es el Dios de lo imposible, con infinitos recursos y abundantes provisiones; ademas, esté el Señor de nuestro lado, por lo que la Victoria es segura.
II . DIOS PELEA JUNTO CON SU PUEBLO
Nota complementaria
Un aspecto más que vale la pena subrayar es que Jehová respondió así porque él «combatía» por Israel. Con frecuencia se acostumbra orar a Dios como si este estuviese sentado en un trono, impasible mirando los acontecimientos humanos. Lo que se deduce de este versículo 14 es que él también combatía, estaba presente y participaba del ardor de la lucha. Dios hacía suya parte de la angustia y el afán que vivían los combatientes de Israel (Pablo Moreno y José Tomas Poe. Comentario Mundo Hispano: Josué, jueces y Rut. pág. 110)
Jehová era el que había dado la orden de salir a defender a los Gabaonitas. El iba delante de Josué e Israel para combatir con el enemigo. Israel había experimentado la presencia de Dios cuando peregrinaban en el desierto: Y Jehová iba delante de ellos de din en una columna de nube (Exodo 13:21). Nunca el Señor dejó de cumplir su promesa de estar con sus escogidos. Fue la nación quien dio la espalda a Jehová, pero la fidelidad divina nunca cesé. ni cesara.
Aun cuando Dios le garantiza una tremenda Victoria. Josué no le deja todo al Señor. Este líder contribuye esforzadamente en fe y se alista para la batalla, reuniendo a todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes (10:7).
La acción que tiene Israel, demuestra la disciplina y la organización que venia de su líder. Este ejército marchó casi toda la noche (aproximadamente 32 kilómetros). No fue una marcha fácil, ya que tuvieron que pasar por las montañas del centro de Canaan. Cuando llegaron al lugar, los israelitas atacaron por sorpresa a los enemigos (10:9). (De donde les salieron energías para llegar y emprender la batalla? Sin duda que las fuerzas venían de lo alto.
Dios peleaba al lado de sus escogidos. Cuando los israelitas comenzaron la batalla, el Señor llenó de pánico a los ejércitos de la coalición (10:10). Estos, al verse derrotados, trataron de escapar hacia el noroeste, pero Israel lo persiguió por el camino que desciende a Bet-horón. Mientras los Amorreos huían al sur, Dios hizo caer una granizada entre Bet-horoón y Azeca, fue de tal magnitud que mató a mas gente de la que Israel había matado a espada.
El Señor no solo observa nuestras luchas. No es un simple espectador que mira cómo enfrentamos cada problema. El esta ahi junto a nosotros siempre, obrando a nuestro favor, fortaleciéndonos e infundiendo ánimo a nuestro corazón. Dios peleará siempre junto con nosotros. por lo que la Victoria esté asegurada.
III. LA ORACION PODEROSA DE UN HOMBRE
Nota complementaria
No cabe duda que este es el milagro más discutido de toda la Biblia, lo que en cierto sentido nos extraña. Por definición, un milagro es algo completamente fuera de lo ordinario… Fuera del plan y del poder de Dios nadie sabe cómo se hace un milagro. Y, qué importa que sea detener las aguas del río Jordán, proveer diariamente del maná, cruza en seco el mar Rojo y escapar de las plagas de Egipto? Un milagro es un milagro. Si aceptamos que Dias es el autor de las milagros debido a todo lo que la Biblia le atribuye a él, es fácil aceptar sus intervenciones en las asuntos del mundo que él mismo creó (AlbertoT. Platt. Estudios bíblicos ELA: Promesas y proezas de Dios Josué. pág. 69).
Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al Amorreo delante de los hijos de Israel (10:12). Josué hace una oración de fe. {Qué razones había para que le hablase a| sol y a la luna? En ese momento que ora al Señor, lo hace mientras los astros eran visibles todavía. Al parecer se encontraba al oeste de la ciudad, donde se ve el sol al este de Gabaón y la luna al oeste, en el valle de Ajalón.
La fe del caudillo y el poder de Dios son los que permiten que se produzca el milagro: Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos (10:13). Fue un prodigio sin precedentes. Israel pudo obtener una Victoria completa gracias a este portento.
Este milagro ha sido el ejemplo mas claro del conflicto que hay entre las Escrituras y la ciencia, porque es bien sabido que la noche y el día no son resultado del movimiento del sol alrededor de la tierra, sino que la luz y la oscuridad se deben a la rotación de la tierra sobre su propio eje y porque gira alrededor del sol. Entonces. porqué se dirigió Josué el sol en vez de a la tierra? Simplemente porque estaba usando el lenguaje de la observación.
Habló desde la perspectiva de la apariencia de las cosas como seven desde la tierra, tal como lo hacemos hoy, cuando decimos que el sol “sale» o «se pone». Lo que es un hecho, es que el Señor dio respuesta a la oración de su siervo.
Qué fue lo que realmente sucedió en el día largo que menciona Josué 10? Hay muchas opiniones acerca de este milagro. Algunos argumentan que lo que ocurrió fue que la velocidad de rotación de la tierra disminuyó, de tal modo, que hizo una rotation completa en 48 horas, en vez de 24; otros creen que se produjo una refracción de los rayos solares. Lo que haya sucedido, la prolongación del día fue un prodigio divino.
Y no hubo día coma aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre (10:14). La Escritura no solo resaltó el magno prodigio, sino además el hecho de que el Señor escuchara la voz de un hombre. La oración de Josué refleja la firme confianza que tenía en la omnipotencia divina. Su atrevido clamor provoco lo inesperado, el sol que nunca se detiene, se detuvo. Josué actuó con una fe increíble y Dios respondió porque peleaba por su pueblo.
CONCLUSION
Conclusión Todo aquel que habla con el Señor todos los días y camina en su Palabra, sabe que los milagros son posibles. Nuestro Dios no conoce limites. El sana lo incurable, levanta a los muertos y obra maravillas en el cielo y en la tierra. Si queremos conocer a quién servimos realmente, tendremos que buscarle en comunión íntima cada día y escudriñar su Palabra.
Este milagro nos desafía a caminar con valentía y fe en el Señor. Si pedimos la dirección divina en todo lo que hacemos tendremos asegurada la Victoria. Aunque el problema parezca invencible, si la presencia de Dios va con nosotros, no tenemos nada que temer. En Cristo somos vencedores.
