ASAMBLEÍSTA DE CEPA — Pbro JOSÉ M. SAUCEDO V

No importa si es del norte, del centro o del sur, del oriente o del occidente, el ministerio asambleísta se distingue. Sobre las cuestiones de cultura se nota el que tiene la cepa de las Asambleas de Dios.

Es enorme la edificación y la comunión que se logra con las juntas seccionales de ministros y mayor aún la de las reuniones de las iglesias. No se diga la bendición que resulta de las fraternidades regionales, que son verdadera fiesta para las congregaciones y los siervos y siervas del Señor. Nadie quiere perderse las convenciones distritales, donde se reglamenta, se informa, se discute; a la vez que se interactúa con líderes, ministros y delegados de cada comunidad que pertenece a la entidad. Tenemos cultos poderosos y alentadores con predicadores especiales. Las sonrisas, los abrazos, los cientos de saludos estrechan la relación entre pastores y obreros. Pero el placer de participar en un concilio no tiene parangón. Es la magna asamblea, el programa de programas, la concentración de los ungidos. El sistema, los programas, la doctrina y la mística de nuestra denominación hacen que la identidad asambleísta sea motivo de orgullo para quienes la poseemos

El ministro asambleísta tiene su identidad bien definida:

  • Es primeramente cristiano, porque cree en Jesucristo como Hijo de Dios, lo reconoce como Señor y le rinde la vida.
  • Es evangélico, porque sustenta la tesis de la inspiración divina, verbal y plenaria de las Escrituras, y, como consecuencia la inerrancia y la infalibilidad del texto sagrado, por lo cual se somete a ellas como norma infalible de fe y conducta. También integra en su fundamento teológico la cristología tal y como aparece en el Nuevo Testamento.
  • Es pentecostal, porque sostiene la doctrina de la vigencia de la experiencia de Pentecostés para nuestro tiempo. Considera actual la llenura del Espíritu, y como evidencia inicial del bautismo la glosolalia. Además cree que los resultados del descenso del Espíritu en cuanto a señales y milagros son parte de la operación del Espíritu para hoy. Considera determinante la actividad del Espíritu Santo para el empoderamiento y la potenciación de la efectividad en el testimonio.
  • Es conservador. No acepta tesis modernistas sobre la Biblia ni sobre Cristo. Tiene estabilidad doctrinal, no es fluctuante en cuanto a expresiones de fe. Desde luego que es creativo en procurar sistemas y estrategias de evangelismo, consolidación y administración de la iglesia, pero no negocia con los fundamentos doctrinales. No sacrifica su credo en su búsqueda de un avivamiento. No se entrega a movimientos proféticos y apostólicos, no se va tras las novedades teológicas que los vientos de doctrina llevan y traen. El sensacionalismo no es lo nuestro. Sabemos lo que creemos y estamos persuadidos de nuestra postura. Poco nos interesa lo extrabíblico y rechazamos rotundamente lo antibíblico.
  • Es misional, por cuanto tiene la visión de predicar el evangelio, hacer discípulos y testificar de Cristo a toda criatura, en todas las naciones y hasta lo último de la tierra. Tiene consciencia de la tarea evangelística y visión de expansión en la fundación de obras en suelo nacional y en el extranjero. El movimiento pentecostal de mayor impacto en el mundo son las Asambleas de Dios. Tiene ventajas que lo posicionan como la iglesia de vanguardia en el mundo.

Su estructura organizacional

Tenemos grupos o círculos de comunión y de administración funcionales desde el nivel de la iglesia local, luego seccional, regional, distrital, de zona y nacional. En cada nivel existen figuras de liderazgo que sirven de coyunturas entre los grupos de cada estrato. Los líderes supervisan la obra y realizan reuniones de concentración con fines de edificación espiritual, promoción de la identidad asambleísta y énfasis de las doctrinas fundamentales de nuestro credo. Los principales puestos de liderazgo están definidos en cuanto a prerrogativas y responsabilidades de modo que no se deja a criterio el uso de la autoridad, y se protege tanto a los líderes como a las congregaciones y los ministerios. El ministro asambleísta mexicano mantiene el principio del gobierno autóctono de la iglesia. El Concilio tiene en su estructura organizacional posiciones ocupadas por nacionales.

Su sistema de gobierno

Contamos con una Constitución que contiene los reglamentos relativos a la elección de los líderes de todos los niveles, el perfil que deben llenar, las tareas que deben cumplir, los procesos de disciplina que deben aplicar. Las minutas permanentes regulan y especifican las formas de aplicación de los principios constitucionales. Desde la iglesia local, los institutos bíblicos, hasta las sociedades y

departamentos tienen reglamentación ad hoc para su ejercicio y desarrollo. Nuestro sistema de gobierno es representativo y congregacional, lo que significa que la autoridad recae sobre los oficiales, como representantes de la iglesia ante el Concilio y viceversa. Toman decisiones de los asuntos de orden y liturgia en sus programas. Pero cuando se reúnen los cuerpos de gobierno como el Cuerpo Ejecutivo, la Junta Administrativa, o la Asamblea entonces el líder principal hace las veces de Presidente, pero la autoridad recae sobre el grupo, que toma las decisiones, propone cambios, realiza enmiendas y aprueba nuevas mociones para mejora de la obra. El sistema de gobierno nuestro impide el abuso de autoridad y facilita la rendición de cuentas. No hay figuras de poder absolutas. Desde el Pastor hasta el Superintendente General pueden ejercer sus prerrogativas, pero hay tiempos regulares en los cuales se someten a cuerpos de gobierno de distintos niveles a los cuales deben rendir informes y cuentas de su administración y comparecer para ser evaluados y se someten a un proceso de aprobación.

El fundamento doctrinal

La doctrina de las Asambleas de Dios es un castillo teológico que tiene sólido fundamento, estructura resistente, espacios apropiados y acabados de lujo. Los cimientos son bíblicos, con la piedra angular de un cristocentrismo innegociable. Posee 16 columnas inamovibles de su credo que parten de la tesis de la inspiración de las Escrituras y la fe en el único Dios verdadero, creador y sustentador del universo, de todo lo creado, visible e invisible. Abarca las doctrinas fundamentales de la salvación por la gracia, por medio de la fe en el Señor, y los sacramentos ordenados por Jesús, el bautismo y la Santa Cena. No le falta ni le sobra a la teología asambleísta. Sus expresiones doctrinales se basan única y exclusivamente en los 66 libros canónicos. Sus expresiones sermonarias, litúrgicas, de ética y práctica siempre procuran el apego a la verdad divina revelada en las Escrituras. Los asambleístas somos cristocéntricos y neumatológicos. No tenemos que alterar pasajes bíblicos para que apoyen nuestras declaraciones de fe. Somos trinitarios, porque encontramos en la Palabra que el Padre envió al Hijo y que el Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo. Somos pentecostales porque nuestra doctrina característica es la fe en la persona y la obra del Espíritu tal y como Jesús la enseñó y como la describe el libro de los Hechos, con el acontecimiento paradigmático de pentecostés y sus derivados en manifestación de señales, prodigios y sanidades mediante el nombre de Jesús. Nuestra expresión doctrinal promueve el conocimiento de Dios, en Cristo por medio del Espíritu Santo, en las dimensiones de la reflexión teológica y la experiencia devocional. Conjugamos la ciencia con la experiencia. Creemos porque la Biblia afirma y la experiencia lo confirma. Tenemos exposición en el púlpito y fervor en el altar. Nuestra gente recibe nutrición de la Escritura y fortaleza al percibir, sentir y recibir el toque de la presencia divina. Abundan los ministros y creyentes con anécdotas de milagros y revelaciones de la omnipotencia del Señor.

El enfoque evangelístico y misionero

Los asambleístas tomamos en serio la gran comisión. Ya en campañas de salvación a nivel ciudad o iglesia local, o en los programas celulares se enfoca el esfuerzo en alcanzar al mundo para Cristo. Existe la figura del Departamento de Evangelismo en cada parte de la estructura. El Plan Regulador nacional tiene como factor prioritario el crecimiento de la iglesia a través de la evangelización. Contamos con el Departamento de Misiones, tanto domésticas como foráneas, desde el nivel nacional hasta la iglesia local. La integración de hombres, mujeres y familias en proyectos de alcance mundial es cada vez mayor. El apoyo de las iglesias y los creyentes a la obra se incrementa paulatinamente, el avance en este rubro se da a paso firme. Tenemos estructura, procesos y sistemas para captar, capacitar, enviar y sostener a los que el Señor llama al campo nacional o transnacional.

Por su sistema de formación ministerial

No dejamos el proceso de discipulado y formación al azar. Somos intencionales en el arraigo de nuestra gente en los principios y valores de la fe bíblica e histórica. Tenemos métodos y estrategias para forjar a las generaciones de ministros que enviamos al campo a servir al Señor Jesucristo.

El Departamento de Educación Cristiana es una entidad de servicio que funciona en todos los niveles de la estructura organizacional. El Consejo Nacional de Educación Cristiana supervisa y promueve los proyectos del avance del Concilio en el área educacional. Contamos con un plan básico propio para la educación sistemática y gradual de nuestros ministros e iglesias. Todas nuestras iglesias cuentan con sistema de educación cristiana para todas las edades.

La Escuela Dominical se mantiene como baluarte. Niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos son instruidos en la verdad divina a través de la obra y el ejemplo de maestras y maestros que comparten vida y lección con sus alumnos. Nuestra casa editorial provee de materiales con doctrina potable y consistente para una educación integral. Nuestros institutos bíblicos son más de 50 en el país.

Contamos con más de un millar de profesores que imparten clases en los ramos bíblico, teológico, ético, técnico y administrativo. Contamos con más de 3 mil alumnos en nuestras aulas. La Licenciatura en Teología se brinda a través del Instituto de Superación Ministerial. Contamos actualmente con cinco sedes distribuidas estratégicamente en la geografía de la República, en las zonas norte, centro y sur. Se imparten simultáneamente los cuatro seminarios de modo que el alumno escoge lo que más le convenga.

Más de 300 estudiantes están en la nómina de esta escuela internacional, en la que México es vanguardista. Ofrecemos grado de Maestría en Educación Superior o en Teología Práctica a través de la Facultad de Teología. Actualmente andamos en los 50 ministros nacionales que cursan este nivel de posgrado. Seguimos avanzando en la formación de nuestra universidad. No hemos quitado el dedo del renglón. Con la ayuda del Señor esperamos ver resultados en este rubro a mediano plazo. En las filas del ministerio asambleísta abundan los amantes de la educación. Tenemos ministros que poseen la conjugación de la academia secular, el nivel teológico y la pasión por enseñar.

La constitución magisterial de Efesios 4:11 está más activa que nunca en las Asambleas de Dios. En la celebración del LXXV aniversario de las Asambleas de Dios en México, el Pbro. Arturo Reyes Martínez, poeta de la predicación, llamó a la iglesia asambleísta “Señorial”. Porque su historia es de crecimiento constante y de proyección vanguardista. Son pocos los que quieren independizarse del concilio; pero no pocos los independientes que anhelan nuestra comunión, y quién sabe cuántos de los que se han salido quisieran tener la oportunidad de retornar al seno de nuestra organización. Recién fui electo Superintendente de Distrito, en 2009 un ministro anciano me solicitó audiencia. Me comentó que tuvo problemas en algún momento y que salió de la comunión conciliar. Al final de la plática me dijo llorando: Quiero morir en las Asambleas de Dios. Por favor, acéptenme de nuevo. Al poco tiempo me buscó un presbítero junto con un varón que levantó una obra por su cuenta, pero quería integrarse a nuestra organización. Me ha tocado ver a personas que en un arrebato decidieron abandonar la casa y entregar las credenciales, y luego darme cuenta que su alma anhela retornar. Valoremos la bendición que el Señor nos ha dado de estar en Cristo, de ser pentecostales bajo la dirección del Espíritu Santo y de formar parte de la prosapia nobilísima de las Asambleas de Dios.

fuente: aviva 2015 edición 16

Acerca de: Pbro. Josué M Saucedo

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Pastor y lider del concilio por muchos años, ademas de ser Maestro de la Palabra, Lider Regional, Distrital y Nacional a lo largo de su ministerio, es considerado entre el liderazgo nacional como una eminencia en la predicación y exposición de la Palabra, ya con varios libros de su autoria.

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