Por: Gabriel Rayos García
1.- Resumen
Este trabajo inicia con el punto I en donde se explica la formación histórica del personaje del Profeta y su presencia durante el periodo pre-monárquico.
2.- Punto I.
1.- El Profetismo pre-monárquico.
Tras la parte introductoria de este apartado, la palabra Profeta aparece por primera vez en la Biblia en Génesis 20: 7, en donde Dios le dice a través de un sueño a Abimelec rey de Gerar que le regrese a Sara a Abraham por porque no es hermana de Abraham, sino su esposa, Dios le rebela a Gerar lo antes mencionado porque Abraham por temor a ser asesinado había presentado a Sara ante él anteriormente como su hermana y no como su esposa. Además, Dios cuando le advierte a Gerar le dice que Sara es profeta.
Pero después de Génesis 20: 7, el concepto de Profeta no vuelve aparecer en la cronología bíblica, has después de casi 450 años, o sea, hasta Éxodo en su capítulo 6, verso 7, cuando Dios por medio de Moisés está en el proceso de liberar al pueblo de Israel de la opresión del reino de Egipto. Dentro de este pasaje (Éxodo 6: 7) Dios le ordena a Moisés que vaya ante faraón y le diga que libere a Israel, pero para cumplir tal mandato Dios unge a Moisés y a Aaron lo comisiona como mensajero equiparado con un Profeta.
Por consiguiente, Aaron funge como Profeta y Moisés libera al pueblo de Israel según el relato del libro del Éxodo, pero la palabra Profeta no vuelve aparecer hasta el libro de Números, en su capítulo 11, verso 29, cuando ya el pueblo de Israel estaba en el desierto y se presenta la profecía de Jehová dentro del pueblo hebreo. Asimismo en Números 12, Dios empieza a establecer la función del Profeta y al mismo tiempo cómo Dios le hablará al Profeta por medio de sueños y en casos especiales como a Moisés les hablará cara a cara, ambas fusiones las encontramos posteriormente en Profetas mayores y Profetas menores en el Antiguo Testamento, aclarando que ningún Profeta hablo directamente con Dios como lo hizo Moisés.
Después del libro de Números la palabra Profeta vuelve a parecer en el libro de Deuteronomio, Capitulo 13, verso 1, en donde Jehová enfatiza y compara al Profeta con un soñador de sueños, pero en este caso Jehová aclara que existen falsos profetas que se inclinan a promocionar la idolatría, tales falsos profetas no deben ser oídos y expresamente son condenados a muerte por mandato divino. Dios en el pasaje del libro de Números estaba anticipando las prácticas relacionadas con la falsa profecía que se mantuvieron dentro de los reinados monárquicos y pos-monárquicos del Antiguo Testamento.
Por consiguiente, Aaron funge como Profeta y Moisés libera al pueblo de Israel según el relato del libro del Éxodo, pero la palabra Profeta no vuelve aparecer hasta el libro de Números, en su capítulo 11, verso 29, cuando ya el pueblo de Israel estaba en el desierto y se presenta la profecía de Jehová dentro del pueblo hebreo. Asimismo en Números 12, Dios empieza a establecer la función del Profeta y al mismo tiempo cómo Dios le hablará al Profeta por medio de sueños y en casos especiales como a Moisés les hablará cara a cara, ambas fusiones las encontramos posteriormente en Profetas mayores y Profetas menores en el Antiguo Testamento, aclarando que ningún Profeta hablo directamente con Dios como lo hizo Moisés.
Después del libro de Deuteronomio la acción del Profeta como se implantaría posteriormente en el pueblo de Israel no vuelve a parecer hasta el libro de Jueces 6: 8, en donde se explica la función del Profeta como la vemos posteriormente en el Antiguo Testamento, pero ¿por qué la figura del profeta aparece escuetamente en los primeros 7 libros del Antiguo Testamento? Por consiguiente, la respuesta a la pregunta antes planteada está íntimamente ligada a la identidad que Jehová estaba formando en el pueblo de Israel a través de sus líderes como Moisés o Josué y la implantación del cuerpo sacerdotal como la institución jurídica-religiosa y el ejercito como la institución política-militar, ya consolidadas en la posesión de la tierra prometida.
Con lo antes mencionado en este apartado, no se afirma que el mensaje de Dios por medio de la acción profética no estuviera presente en el pueblo de Israel desde la creación del mundo y la conformación de la identidad israelita pre- Éxodo y pos- Éxodo, pero la figura del Profeta bajo una fusión social-religiosa dentro del pueblo de Israel no estaba presente como se instituyó y desarrolló posteriormente dentro de los Profetas mayores y Profetas menores dentro del Antiguo Testamento específicamente en la monarquía y los exilios. Tal institución de los Profetas se da dentro y durante la monarquía iniciada por el Profeta Samuel y que continuaron Profetas como Isaías y Jeremías.