LA DEFENSA DE LOS APRISCOS
Había decidido criar unas ovejas para experimentar y observar su sano desarrollo. Mientras eso hacía tuvo contacto con literatura de la sociedad protectora de animales, la cual le instruyó acerca de la importancia de cuidar las especies animales, protegiéndolas de todo tipo de adversidad sobre todo la provocada por la irresponsable depredación humana.
El contacto con clubes de aficionados y asociaciones para la preservación de la vida animal le permitió conocer a muchas personas defensoras de los animales. Algunos al extremo de cuidar más la vida animal que la humana. Otros en sus afanes de la ideología de género hablaban de casarse con su mascota para poder heredarle todos sus bienes y que no quedaran desamparadas a su ausencia. Algunos incluso hablaban del síndrome de freemartin en el 8% de animales existentes de manera natural.
Incluso encontró personas que defendían el derecho de las mujeres a abortar, pero estaban en contra de abortar o sacrificar animales. Lo cual en contradicción evidente, era resuelto por los que así abogaban, de manera ideológica, es decir, asegurando que sus argumentos tiene el suficiente fundamento para ser respetados.
El colmo fue cuando frente a la depredación de una especie en detrimento de otra, defendieron la acción de las hienas como algo natural en la selección y supervivencia de las especies, como algo que produce equilibrio para que no se rompan los ecosistemas surgidos de manera natural y biológicamente sustentables.
No había manera de contradecir esta parte de la mística ambientalista, hasta que los coyotes entraron en medio de su rebaño para comenzar a aniquilarle sus ovejas. Se dio cuenta de la ferocidad de los cánidos. En esa especie de régimen carnívoro entran los lobos, perros, chacales, coyotes, cuones, dingos, licaones, aguarás guazú, guarás, zorros de la Pampa o aguarachays, culpeos y vulpinos.
Estos veloces digitígrados si no se detectan al incursionar, difícilmente se atrapan cuando corren con la presa entre su hocico carnicero y la manada de acompañantes. Casi nunca andan solos, se mueven por sí mismos y conocen el terreno que conquistan, en donde incluso marcan sus límites.
¿Qué hacer frente a los depredadores del rebaño? A parte existen las bandas de cuatreros que toman lo que no les pertenece como si todo lo que la naturaleza produce le corresponde democráticamente a cualquier ser humano que logre tomarlo para sí. ¿Cómo enfrentar a esos ladrones del rebaño que se roban las ovejas?
Aun con el suelo parejo la vida es complicada porque la condición humana ha sido deteriorada de generación en generación. Muchas leyes se hacen al calor de los acontecimientos y cuando llegan a aplicarse de manera universal han perdido la esencia y razón de ser, como para que funcionen de manera lógica y sostenida.
Luego existe el dilema de la duración de vida de las ovejas y el destino de cada una de acuerdo a la naturaleza de su pastoreo. Las que se crían para reproducción. Las que se procrean para esquilar lana. Las lecheras que alimentan a la gente. Luego también las de engorda para lograr su carne. Todas de algunas manera irán al degüelle.
Algunas ovejas hembras a los 8 meses son hormonalmente sujetas de reproducción y los machos desde los 4 meses pueden inseminar. Luego de 4 años de existencia sus cuerpos sufren el deterioro que las enferma de manera continua. Esta lección de la vida habla de la posibilidad de separarlas de acuerdo al destino que se hará de cada una.
Ovinamente la obstetricia es muy complicada, especialmente cuando se le da mucha importancia a la reproducción múltiple. La naturaleza emocional de las ovejas las hace entrar en estado de crisis. Provocándose dificultades para parir por no hallar equilibrio entre propagación acelerada y sosiego para un parto en paz.
El poco valor comercial de las ovejas provoca poca inversión farmacéutica para los remedios de sus enfermedades. El consumo de medio kilogramo de carne ovina por año, frente a los veintidós de cerdo y veintinueve de vacuno, es una muestra universal. La humanidad se ha enfocado mas en cerdos, pollo y vacas, si acaso todo se trata de una sociedad consumista insaciable que va consumiendo al mismo planeta poco a poco.
Aunado a todo lo anterior existen más de 1,000 razas de ovinos. Entre salvajes, domésticos, cruces y granjas. Lo cual en todas las diferencias que pueden existir muestra lo difícil que es aplicar lo de un lugar a otro entre campos, países, continentes y culturas.
Luego entonces es difícil pastorear; Jesús habla de la perspectiva del pastor como el que da la vida por sus ovejas y no el que toma la vida de las ovejas. Luego asume su rol de Señor y maestro haciendo siervos y discípulos para enviarlos a conquistar el mundo. Si en el tiempo el destino los alcanza, no espera que mueran como ovejas, sino que mueran como pastores, al cuidado de las ovejas, defendiendo lo que creen y hacen por amor a la causa.
Entre el llamado, los dones y el ministerio existe también lo que se ha dado en llamar las artes pastorales, tales como: Consejería, magisterio, retórica, poesía, novela, cuento, reconstrucción plástica emocional, catequesis, dramatización, capellanía, viajes misionales, comunicación y cultura. Todas estas aunque sean disciplinas o ciencias, se han barajado como artes en el uso pastoral adecuado para el desarrollo sano y sostenido de las relaciones humanas.