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DE LADRÓN A LADRÓN. “CULPA INCONSCIENTE”.
Ni aún tú temes a Dios estando en la misma condenación?Lucas 23;40.
La reprensión que uno de los ladrones crucificado junto a Jesús le hizo al otro que estaba increpando a Jesús.
Los dos eran delincuentes y pecadores ante las leyes y ante Dios. Ignoramos si solo esa era la razón de su condena.
Puede entenderse que la ley Romana les aplicó la pena máxima de la crucifixión porque sus delitos no eran los hurtos comunes; seguro eran contra el Estado. Posiblemente armas, caballos, correos con dinero del Estado, y daños físicos diversos.
Cada uno estaba crucificado al respectivo lado de Jesús; la antigua profecía lo anunció: y “en su muerte fue contado con los transgresores” Isaías 53:12. Tuvieron el privilegio de morir con Cristo.
Pero no eso fue lo importante. Uno de ellos reconociendo la inocencia de Cristo reprendió la injusticia del otro, y además con fe creyó en la soberanía de Cristo, e invocó que el Señor lo tenga en cuenta cuando tomara todo el dominio y poder sobre el mundo y sobre Israel.
La fe de ese ladrón, en un “hombre” también condenado, tiene un trasfondo desconocido que humanamente no es explicable, pero conociendo el poder y obra del Espíritu Santo e ahí la respuesta. Algunas opinan sobre la posibilidad de haber conocido antes, algo de los hechos de Jesús.
Un punto interesante es su sentido de justicia, y la manifestación de una correcta conciencia, respecto a que nadie tiene la limpieza y condición moral absoluta, para sentirse con derecho a juzgar a los demás aunque los veamos ya condenados, por todos.
No hace mucho, ((dic. 26). no tiene ni dos meses, según recuerdo un “venerable” maestro de la palabra , dócilmente, me imagino, aceptó subir un video, donde según él, lo invitaron a dirigir una “oración”, pero aprovechó el espacio para censurar duramente la “ignorancia” de quienes estaban opinando en las redes “sin conocer” =como estaban realmente las cosas= , sobre sonado y conocido caso de una destitución realizada en nuestra denominación. Acusó una “conspiración” nacional contra los “respetables directivos” pero con una saña asombrosa “declaró” saber de la participación de “ladrones” en esta conjura. Yo se que solo puede acusar así una persona con una “total integridad” . Asombrado pregunte a otros si lo conocían, y alguien asintió que si, pero sin preguntarle más me citó su antecedente y ¡Oh, sorpresa! No pude evitar pensar en este tema “hay de ladrón a ladrón” pero unos son muy “duros” con los demás. Unos son ladrones de bienes materiales, otros de almas seducidas, (miembros de otras Iglesias), parecido al que roba la mujer ajena, otros roban templos, otros archivos y documentación literaria, (plagio) en fin, esto no tiene fin. Se pierde la vergüenza o la conciencia cuando se juzga a otros estando en la misma condenación.
Parece que se incurre en craso error de lanzar la primera piedra, teniendo también los mismos pecados. En el caso de los dos ladrones, crucificados con Jesús, uno no perdió la conciencia, de su culpabilidad, pues claramente indicó al otro, que estando en la misma condenación no tenía ningún temor de Dios. Jesús habló de esta variante de ladrones al decir que unos vienen a hurtar, otros a matar y otros a destruir. Y hablaba de falsos pastores, falsos maestros y “salteadores o asaltantes”, que entran al redil de las ovejas no por la puerta; puede entenderse “no por el camino correcto”.
