ROMANOS 12:1—3
Deberes cristianos
12 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Diariamente debemos ofrecerle a Dios un culto racional, el cual no sólo debe implicar todo nuestro ser, sino tener la disposición de seguir siendo transformados a la imagen de Cristo.
I – EL CULTO RACIONAL SE EFECTÚA PRESENTANDO NUESTROS CUERPOS A DIOS
La frase: Así que, nos indica en cierta forma la conexión que hay entre lo expuesto ya por el apóstol, resaltando el amor, la gracia y la misericordia de Dios a favor de todo el género humano, y las responsabilidades que ahora tenemos los que hemos experimentado la salvación a través de Cristo para ser del agrado de Dios.
Cabe resaltar que el de Tarso hace una exhortación a los hermanos, enlistando los parámetros a seguir y poniendo en evidencia las misericordias divinas, porque por ellas hemos obtenido un sinnúmero de bendiciones. Por lo tanto, debemos presentarnos ante Dios:
1 En sacrificio vivo
Todo el sentir del alma y del espíritu para amar, adorar, servir y entregarse a Dios se expresa a través del cuerpo. Y se hace voluntariamente, con gozo y gratitud, dándole viveza a lo que le presentamos al Padre.
Según Martín Lutero, el sacrificio debe ser vivo para diferenciarlo de los sacrificios de animales que en aquel entonces eran presentados muertos. Y agrega: Ese sacrificio vivo ha de producir buenas obras.
Al Señor lo que siempre le ha interesado de nosotros es la obediencia y sujeción a su Palabra. Ya no requiere de nosotros holocaustos de animales, sino la entrega y rendición total de nuestras vidas ante él. Para Dios, nuestro sometimiento a su voluntad santa y perfecta es el olor más agradable que puede recibir. ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros (l Samuel 15:22).
2- En sacrificio santo
Santo significa: separado, apartado para Dios. En los sacrificios ofrecidos en el Antiguo Testamento, la víctima que se tomaba debería ser perfecta. Sin defecto, debido a que se trataba de un rito sagrado. Dios quiso que fuera así, a él se le ofrecerá siempre lo mejor.
El principio bíblico es que debemos de ser santos. El apóstol Pedro lo menciona categóricamente: Sed… santos en toda vuestra manera de vivir (1 Pedro 1:15). Todo lo que nosotros le brindemos al Señor debe llevar el toque de la santidad, así sea nuestra conducta, vocabulario, alabanza y servicio a Dios, sea en el hogar, en el templo y fuera de él. Apartémonos de lo mundano y glorifiquemos al Creador en nuestro cuerpo.
El autor de la epístola a los Hebreos presenta, junto con el concepto de la paz, la calidad de santo como un requisito indispensable para poder estar delante de la gloriosa presencia de nuestro Creador y Salvador. Seguid la paz. con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).
3- En sacrificio agradable a Dios
En toda nuestra Vida cristiana, a quien se trata de agradar es a Dios. El pueblo evangélico tiene esta gran responsabilidad, y es precisamente el objetivo de cada oferente, que Dios se complazca en lo que le presentemos, y que el sacrificio suba como olor fragante ante su maravillosa presencia.
En ocasiones cometemos el error de creer que aquello que nos parece bien a nosotros, o que nos gusta a nosotros, por fuerza tiene que agradarle al Señor. Qué difícil es darnos cuenta que muchas veces presentamos así nuestras ofrendas a Dios. Habrá momentos en que tenemos que ceder a la comodidad, al deseo personal o a la gloria propia para brindarle al Creador algo que a él le satisfaga, aun y cuando a nosotros no nos parezca tan atractivo hacerlo.
En Juan 12:3 se nos narra la historia de una mujer, la cual ungió los pies de Jesús con una libra de nardo puro, y la casa se llenó del olor del perfume. María, como se llamaba dicha dama, aprovechó al máximo la presencia de Cristo para brindarle lo mejor que tenía. Sin duda alguna, para el Señor fue muy agradable la actitud de ella.
El culto racional no se confina al servicio litúrgico en la iglesia, ni en los devocionales privados que podamos tener en la cámara secreta, sino que va más alla’. La gente que nos rodea debe percibir verdaderamente que reflejamos a Cristo en nuestra vida en todo lo que hacemos. Y esto se realiza de manera consciente, cotidiana y con plena convicción. Preguntas
(la reflexión o aplicación: ¿Ha sabido usted de personas que se han convertido a Cristo por la conducta de un creyente? ¿Cree usted. que Cristo está siendo reflejado en su vida?
II EL CULTO RACIONAL SE EFECTÚA SIENDO TRANSFORMADOS
1 No conformándonos a este siglo
El escritor Matthew Henry dice: El v. 2 nos enseña cómo se consigue ser una oblación pura y aceptable a Dios, enfatizando que una parte del culto racional es, efectivamente, ir siendo transformados. Si Dios es un ser santo, espera de sus hijos que no nos contaminemos con nada de lo que esta vida nos ofrece. El mundo no puede tener más fuerza, con todos sus atractivos, que el deseo que debe imperar en nosotros y la ayuda que nos proporciona el Espíritu Santo para ser a la imagen de Cristo.
2- Por medio de la renovación de nuestra mente
La mente del ser humano es un campo de pensamientos malos y buenos. Los que estamos en Cristo debemos permitir al Espíritu Santo que domine nuestros pensamientos y los enfoque para servir con más integridad a nuestro Dios. La referencia al entendimiento o la mente ( “mentalidad”, NBE; “manera de pensar», DHH) es importante para subrayar el lugar de la facultad racional en el desarrollo de la vida cristiana. Del día que el Señor nos salvó a la fecha, nuestra Vida cristiana ha estado en un constante proceso de transformación, y así continuará con el propósito de ser mejores seguidores de Cristo.
3- Comprobando la voluntad de Dios
Cada uno de nosotros nos hemos propuesto vivir bajo la voluntad de Dios en lo que hacemos, porque somos conscientes de que él nos bendecirá al permanecer en ese estado. Consideremos que el texto presenta tres calificativos de la voluntad divina: es buena…, agradable y perfecta. Esto encierra lo estupendo que es para el que está presto a ser constantemente transformado por medio de la renovación de su mente. ¿Sabe que al comportarse diariamente de la manera que el apóstol expone estará conformando la voluntad de Dios?
Preguntas de reflexión o aplicación:
¿Cuál es su reacción ante los pensamientos negativos que a veces vienen a su mente? ¿Qué bendiciones han marcado su vida al vivir bajo la voluntad de Dios?
lll. EL CULTO RACIONAL SE EFECTÚA CONFORME A LA MEDIDA DE FE
Digo, pues…, sugiere una interconexión con lo mencionado en los dos primeros versículos del capítulo. Así, la humildad reflejada en una autoestima correcta es efecto inmediato del rendimiento pleno a Dios y la dedicación de la vida al cumplimiento de su voluntad.
1 – No teniendo más alto concepto de si mismo
Todos hemos recibido regalos de parte de Dios, y los debemos aprovechar para servirlo en todo lo que esté a nuestro alcance. Entendamos que el Señor, en su soberanía, imparte la medida de fe a cada uno como a él le place. A unos menos y a otros más, pero en el cuerpo de Cristo somos de bendición los unos a los otros.
Lo que Dios nos imparte por su gracia no es para que estemos en competencia en la iglesia, sino para unirnos y servir apuntando hacía la misma dirección, deseando el avance y el crecimiento en la obra de Dios, y que Cristo siga siendo magnificado a través de nuestro culto. Recordemos que todos somos útiles en las manos del Señor.
2- Pensando de sí con cordura
Del gr. sofronéo, tener la mente cabal, es decir, sana, moderada, sobria, cuerda, prudente. Definitivamente, debemos reconocer cuando un creyente tiene más capacidad que otro para desempeñar ciertas actividades dentro de la iglesia y fuera de ella. El apóstol exhorta a que con mucha prudencia seamos sinceros con nosotros mismos en lo que puedo hacer y lo que no en la viña del Señor. Cual sea nuestra capacidad, debemos disponerla con todo nuestro corazón para edificar a otros.
Preguntas de reflexión o aplicación:
Del 1 al 10, ¿qué calificación se pondría por estar desarrollando su medida de fe? ¿A veces ha tenido su concepto por arriba o por debajo de los demás?
CONCLUSIÓN
Diariamente debemos ofrecer a Dios todo nuestro ser en sacrificio que honre su nombre. No importando dónde estemos, ni con quién estemos, debemos estar dispuestos a ser mejores discípulos de Cristo para llegar a ser a su imagen. Sirvamos con pasión y convicción, conforme a lo que él nos ha concedido, sabiendo de antemano que esa práctica es nuestro culto racional. Valorémonos de manera prudente; no nos sobrestimemos, pero tampoco nos subestimemos. Lo poco o mucho que tenemos, nuestras virtudes, talentos y dones deben ser entregados con el corazón ante Dios.
- ¿Qué significa el término santo?
- ¿Cuáles son los calificativos de la voluntad de Dios?
- ¿Qué debemos hacer con la medida de fe que hemos recibido?