Si bien las Escrituras identifican claramente a Dios como el Creador del universo, en nuestro mundo, muchos creen que la creación es un fenómeno que se produjo por algún accidente cósmico. Como creyentes, es importante que nuestra fe se base firmemente en la convicción de que Dios es Creador, una realidad que, a su vez, establecerá que somos responsables ante El y podemos vivir en una relación con El. Luego, a medida que crecemos en esa fe, enseñamos a nuestros hijos la base de esa fe.
Génesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
El salmista David bien pudo haber estado mirando un cielo iluminado de estrellas cuando escribió: «Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?» (Salmos 8:3,4). Parece que una respuesta natural al contemplar la grandeza de la creación de Dios es evocar pensamientos del Creador mismo. La naturaleza es un reflejo de su majestad y poder (véase Job 7:17; Salmos 144:3; Hebreos 2:6).
1—El Creador Dios
Dios siempre ha existido Génesis 1:1,2
El elemento fundamental de una cosmovisión cristiana es la creencia de que Dios existe y que es el Creador del universo. ¿Se da cuenta de que la Biblia en ninguna parte intenta probar la existencia de Dios? En cambio, la Biblia da como un hecho su existencia. La Biblia comienza: «En el principio…Dios…» La humanidad está predispuesta a creer en alguna forma de deidad, o en múltiples dioses (Salmo 96:5; Jeremías 10:11). Dejada a su propio yo caído, la humanidad no concluye natural mente que no hay dios, sino que acepta una distorsión de un dios revelado en la creación. (Véase Romanos 1:20-32.)
La Biblia dice que solo los impíos (Salmo 10:4) y los necios (Salmo 14:1) tienen la audacia de declarar que no hay Dios. Sin embargo, también reconocemos la opinión pagana de que hay otros dioses además del Dios verdadero (Isaías 44:6; 45:5). Para el pagano hay muchos supuestos dioses y señores, pero el cristiano sabe que no hay más que un Dios (1 Corintios 8:4). Hay un solo Dios verdadero, como declara el apóstol Pablo: «Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.» (1 Corintios 8:6). La creación da testimonio del hecho innegable de la existencia de Dios.
□ Dios es distinto de la creación Salmo 96:5; Jeremías 10:11,12
Hay un solo Dios Creador, y Él de ninguna manera es parte de su creación. Los falsos puntos de vista, como el panteísmo y el animismo, creen que Dios de alguna manera abarca toda la creación, convirtiéndolo en un ser equivalente o en una parte de la creación. Pero la Biblia nunca iguala al mundo ni nada en él como divino en manera alguna, ni siquiera las realidades espirituales o no materiales. En cambio, el salmista declara: «Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos» (Salmo 96:5).
La palabra hebrea para ídolos se refiere a algo que no vale nada o que no sirve para nada. Los ídolos no crearon los cielos y la tierra, mas bien ellos sino que des aparecerán, junto con todo lo demás en la creación (Jeremías 10:11). En contraste, el único Dios verdadero creó todo lo que existe por su poder, lo preserva por su sabiduría (v. 12) y ejerce un control soberano sobre toda la creación (v. 13). Él se distingue de la creación y es el Señor soberano de ella. (Véase Hechos 7:47-50 y 17:24-26.)
2 – Creación con orden y diseño
□ Dios provee todo lo necesario para la vida Génesis 1:3-19
El relato del Génesis revela que la creación misma fue ordenada y diseñada completamente por Dios. Los días de la creación no fueron arbitrarios ni accidentales, sino un proceso cuidadosamente planificado que permitió que se formaran sistemas interdependientes (biológicos, geológicos, ecológicos, etc.), que sustentaban todos los elementos de la creación, tanto animados como inanimados, vegetales y animales. Comenzó con los conceptos básicos de la tierra misma y la división del día y la noche. Luego separó la tierra del agua y creó vegetación que creciera en la tierra. Seguidamente, puso el sol y la luna en el cielo. Todo esto fue en preparación para el resto de su creación. Tanto los animales como las personas necesitarían todo lo que Él había creado en estos primeros cuatro días. Nada fue fortuito o imprevisto.
□ El orden y el diseño revelan la gloria de Dios Génesis 1:20-25
Después de preparar la tierra con su luz y oscuridad, agua y tierra, vida vegetal y sol y luna, Dios creó criaturas para vivir en la tierra, en el agua y en el aire. Y, después de eso, creó el orden más alto: el ser humano. Fue creado a imagen de Dios y como un reflejo de su gloria.
El salmista invitó a sus lectores a contemplar los cielos como obra de los dedos de Dios (Salmo 8:3) y a maravillarse de cómo Dios se inclina para cuidar de la humanidad en la creación. Como obra de Dios, observamos que: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos» (Salmo 19:1). Todo revela la gloria, el poder y el esplendor de la majestad de Dios.
3 – Creados a la imagen de Dios
□ La humanidad reina sobre la creación Génesis 1:26-28
La humanidad es una parte única de la creación de Dios: «Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra» (Génesis 1:26). Por lo tanto, la humanidad comparte con Dios el dominio sobre su creación—una creación que revela su majestad y poder. Pablo explicó: «Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y dei dad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa» (Romanos 1:20). El testimonio universal de la creación está a la vista de toda la humanidad.
El relato de Génesis sobre la creación nos dice que tenemos una relación especial con el Creador. «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Génesis 1:27). De todo lo que está incluido en la creación de Dios, solo el ser humano lleva su imagen. Decir que estamos hechos a imagen de Dios indica que somos racionales y moralmente responsables, a diferencia de otras formas de vida.
□ Dios nos conoce profunda y completamente Salmos 139:13-18
Cuando Dios formó a Adán, sopló en él, y le dio vida. La imagen divina nos distingue del resto de la creación de Dios, y a la humanidad se le dio dominio sobre la creación de Dios. Esa característica única también conlleva el potencial de revelar su majestad. En el Salmo 139, el salmista contempló la obra del Creador en él mismo. La humanidad es una obra maravillosa que se extiende desde su formación en el vientre hasta cada detalle de la vida terrena. Contemplar la obra del Creador debería llenar nuestra mente de alabanzas y asombro.
A pesar de la grandeza de la creación, el pecado ha afectado la imagen de Dios en nosotros y ha dejado una distorsión corrupta de lo que fue la intención del Creador. En la salvación, Dios ha tomado medidas para remediar esa situación. La humanidad caída, por la obra redentora de Cristo, puede revestirse de una nueva naturaleza y hallar una nueva vida.
¿Qué nos dice Dios?
Hay un solo Dios verdadero que es el Creador soberano de todas las cosas en el cielo y en la tierra. Dios es un ser personal que se revela en y a través de su creación. Especialmente se revela a la humanidad que lleva su imagen. Somos creados para revelar la gloria de Dios. No hay mejor manera de hacer esto que recibiendo su amor redentor y respondiendo en fe y amor al Creador y Redentor.
El ministerio en acción
- Véase usted mismo y a los demás como creaciones especiales de Dios.
- Trate a quienes lo rodean como personas creadas por Dios para su propósito.
- Elija qué puede hacer esta semana para tratar al mundo que lo rodea con respeto y cuidadosa mayordomía en respuesta a nuestro Creador.