Los judíos en tiempos de Jesús esperaban un Mesías que derrocara el dominio del imperio romano. Jesús, de hecho, vino a establecer un reino, pero no era un reino político o militar. Sin embargo, su influencia y longevidad superarían grandemente a cualquier reino anterior o posterior. Como creyentes de hoy, tenemos el privilegio distintivo de ser parte de ese Reino a medida que continúa expandiéndose.
Hoy la lección enfatiza una serie de ilustraciones que Jesús usó para explicar la dinámica de crecimiento del reino de los cielos. El objetivo del enemigo es mantener el reino de los cielos lo más pequeño e ineficaz posible. Su meta es extinguir el Reino. Por eso que las personas que dan pasos hacia el Reino a menudo son blanco de sus estrategias engañosas. Pero la buena noticia es que el Reino seguirá cre ciendo a pesar de la resistencia del mundo y los obs táculos del enemigo. Finalmente, vendrá el juicio, y el reino de Dios triunfará.