Vivimos en la «era de la información». Si necesita información sobre cualquier cosa, una simple bús queda en Internet arrojará más opciones de las que tendrá tiempo para leer, ver o escuchar. Sin embargo, no hay garantía de que lo que encuentre sea real mente cierto. De hecho, es probable que reciba información contradictoria. ¿Entonces qué se puede creer?
Es imperativo que los creyentes evalúen cada mensaje según los principios bíblicos y pidan discer nimiento al Espíritu Santo. Muchas de nuestras decisiones tienen consecuencias eternas y necesitamos la ayuda de Dios para decidir sabiamente.
El reinado de Roboam proporciona un claro ejemplo de que escuchar las voces buenas o malas puede tener un profundo efecto. Se encontró en una situación complicada después de convertirse en el cuarto rey de Israel, poco después de la muerte de Salomón. Aunque tenía la ventaja de ser el hijo del rey más sabio en la historia de Israel, ya no podía apoyarse en el consejo de su padre para los problemas que estaba a punto de enfrentar. Al poco tiempo de ser coro nado, un grupo de personas se le acercó para darle su opinión sobre cómo debía gobernar y para pre sentarle una solicitud. Como hacemos generalmente, Roboam consultó con sus consejeros y mentores. Pronto descubrió que no todas las opiniones tienen el mismo valor o producen el mismo resultado.
Parte 1—Todos tienen una opinión
□ Tómese su tiempo 1 Reyes 12:1-5
En esta era de las redes sociales, todos tienen voz—ya sea que tengan o no la experiencia para respaldarla. En el momento en que una persona menciona alguna dificultad que está viviendo, los autoproclamados expertos se apresuran a resolver el problema. Sin embargo, los consejos no solicitados pueden ser poco confiables—incluso cuando se ofrecen con confianza y entusiasmo. Pero, de nuevo, no todas las sugerencias son incorrectas. Puede ser un desafío clasificar respuestas y pensamientos contradictorios que surgen todos a la vez.
Cuando el hijo de Salomón, Roboam, se convirtió en rey de Israel, Jeroboam y «toda la congregación de Israel» se le acercaron (1 Reyes 12:3) para pedirle que aligerara las deman das de trabajo y los impuestos que Salomón les había impuesto. Anteriormente, Jeroboam había huido a Egipto desde Jerusalén para salvar su vida después de que el profeta Ahías anunciara que el reino se dividiría y él sería rey sobre diez de las doce tribus.
Roboam tardó tres días en considerar la solicitud del pueblo. Mostró sabiduría al apartar tiempo para pensar y buscar consejo. También haríamos bien en pensar cuidado samente antes de dar respuestas apresuradas y emitir juicios precipitados.
□ Busque consejo sabio 1 Reyes12:6,7
Para tomar decisiones especialmente significativas que afectarán profundamente la vida de otros, los hombres y las mujeres de Dios confiables y experimentados pueden ofrecer dirección basada en el conocimiento y la sabiduría de la Palabra. Reconocer que uno necesita ayuda externa es inherentemente sabio, particularmente cuando se toman deci siones que afectan a otras personas.
Roboam primero pidió la opinión de aquellos que habían aconsejado a su padre. Los asesores no solo eran experimentados en la toma de decisiones de esta magnitud, sino que se beneficiaron de trabajar junto a Salomón, quien era reconocido por su extraordinaria sabiduría dada por Dios. Aconsejaron a Roboam que mostrara humildad, sirviendo al pueblo, para poder ganar la confianza de ellos. Es probable que este grupo de consejeros mayores entendiera bien al pueblo, ya que habían observado su comportamiento durante el reinado de Salomón. Intentaron guiar a Roboam como lo habían hecho con su padre, y el nuevo rey habría hecho bien en escucharlos.
En nuestros días, parece que todos los que tienen una plataforma dicen ser expertos. Es fundamental que los cristianos sepan cómo discernir en qué voz confiar. En lugar de escuchar las voces que hablan más fuerte, los cristianos deben escuchar a los creyentes experimentados que ofrecen consejos sabios y piadosos, así como la voz confirmadora del Espíritu Santo.
Parte 2-Tenga cuidado a quién escucha
□ Buscando consejo en una burbuja 1 Reyes 12:8,9
Roboam decidió ignorar la sabiduría de los consejeros de su padre y, en cambio, pidió el consejo de sus amigos. El gran peligro de buscar el consejo sólo de personas que estén de acuerdo con uno es que no importa cuán equivocada pueda ser la idea, la defenderán. Roboam permitió que la popularidad y la camaradería nublaran su juicio, y muchas per sonas hacen lo mismo hoy. A menudo, los ratings y los votos a favor son los estándares que las personas usan para discernir la credibilidad en lugar de la sabiduría, la educación o la experiencia.
Parece que Roboam fue guiado por el deseo de obtener la aprobación de sus amigos, por lo que dio más peso a sus consejos que a los consejos de los ancianos que tenían más experiencia. El punto de decisión puede ser similar para nosotros. Una persona que está pasando por un momento difícil a veces ignora los buenos consejos que denuncian sus malas acciones o su comportamiento pecaminoso, eligiendo en cambio escuchar las pala bras afirmativas de sus supuestos amigos. El predominio de la verdad relativa y lo que es políticamente correcto en nuestra cultura puede influir en que prestemos atención a los consejos que van en contra de la Palabra de Dios y la dirección del Espíritu. Sin embargo, el cristiano no debe apartarse de la corrección piadosa, «porque el Señor al que ama, dis ciplina» (Hebreos 12:6).
□ Injusticia social 1 Reyes 12:10,11
La aceptación de Roboam de un consejo imprudente lo llevó por el camino equivocado. Sus amigos le recomendaron que impusiera restricciones más severas a la gente, presumi blemente para ponerlos bajo su sujeción. Como muchos en nuestra cultura que preferirían cancelar o avergonzar públicamente a alguien antes que ayudarlo, Roboam eligió una polí tica de juicio severo que tendría consecuencias duraderas.
La cultura de la cancelación ha surgido de un clamor legítimo por la justicia social. Existe una necesidad genuina de que se castigue a las personas malvadas y se reformen los sistemas perversos, pero la oportunidad la han aprovechado otros que abusan de su poder. Siguiendo el consejo de sus amigos, Roboam decidió gobernar con una demostración de fuerza en vez de compasión. Esta opresión alejaría al pueblo de él en lugar de unirlo.
Casi todos nosotros tendremos la responsabilidad de liderar a otros en algún momento de nuestra vida. Su liderazgo puede ser tan evidente como una relación de tutoría o tan poco visible como, sin saberlo, modelar paciencia o amabilidad a un compañero de trabajo. Los cristianos deben evitar la insensatez de Roboam y, en cambio, decidir liderar como Jesús—a través de la compasión y la gracia. Tal liderazgo puede tener resultados eternos.
Parte 3—Un consejo que tiene malas consecuencias
□ Exhibición pública de estupidez 1 Reyes 12:12-15
Ciertos segmentos de los medios han ganado popularidad elaborando listas de los fracasos de las personas. Algunos han sido vistos tantas veces que se convierten en sensaciones «virales». Roboam no tuvo que esperar a que se difundiera la noticia de su fracaso. Des pués de tres días, «vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había man dado» (1 Reyes 12:12). Todo el reino pudo ver lo que estaba ocurriendo cuando «Roboam respondió al pueblo duramente» (v. 13), prometiendo imponerles cargas más pesadas que su padre. Al seguir el consejo de sus amigos en lugar del consejo de ancianos sabios, «no oyó el rey al pueblo» (v. 15), alienando a diez de las doce tribus de Israel, y cumpliendo las palabras del profeta Ahías (1 Reyes 11:29-32).
Si bien la mayoría de nosotros no tenemos el poder para dividir países o hacer que reinos se levanten o caigan, nuestras decisiones a menudo tienen consecuencias eternas.
□ El tribunal de la opinión pública 1 Reyes 12:16-19
La mala decisión de Roboam causó que todas las tribus, excepto Benjamín y Judá, recha zaran su gobierno, e Israel se dividió en dos. La irresponsabilidad de Roboam empañó el legado de sus antepasados, desgarró su reino y disminuyó la herencia de sus descendientes. Escuchar los consejos equivocados a menudo tiene graves consecuencias.
Se nos ordena abandonar los caminos del mundo y discernir la voluntad de Dios (véase Romanos 12:2). La opinión pública a menudo se opone a la voluntad de Dios. Se debe bus car el consejo de los ancianos, porque hay un gran beneficio en los dones y la experiencia que Dios les ha dado. Ignorar el consejo sabio puede tener graves consecuencias—tanto en el tribunal de la opinión pública como en la posición de uno ante Dios.