Hoy fue llamado a la presencia del Señor el Pbro. Fidencio Vázquez Lucio.
Tuve la oportunidad de saludar y convivir en varias ocasiones con el Hno. Fidencio en diversas actividades distritales, regionales y recorridos que me tocaron en el Distrito Fronterizo de Tamaulipas. Y pude conocer algo de lo que él significa para la obra de Dios en él área de San Fernando, Tamaulipas.
Pastor por muchos años de la iglesia en San Fernando, bien amado por su gente, por su iglesia, por su familia, por los pastores y ministros del área.
Hombre ecuánime, vertical, de la organización. La última vez que platiqué un poco con él, hace ya varios años, se vivía lo peor de la violencia, de la guerra de los cárteles, levantones y secuestros, un cartel había logrado a punto de masacres el control territorial de San Fernando, zonas aledañas y de la carretera federal, impusieron su ley y se había vuelto horrible la vida cotidiana en esa parte del noreste del país que antes era tranquila.
Era tan mala la situación que recuerdo que la última reunión regional a la que asistí junto con la Directiva del Distrito Fronterizo y ahí estaba él fue en Cruillas, un Oxxo cercano estaba humeando y a la entrada del pueblo había como cuatro cadáveres tirados de la última balacera y una fila de camionetas cuidando el acceso. Le pregunté que como la estaban pasando, me dijo con sinceridad que estaba difícil la situación, pero él creía que tenían que adaptarse para seguir predicando a Cristo, haciendo lo que fuera, nuevos horarios de culto, medidas de seguridad.
Pero nunca mencionó dejar la iglesia, su ministerio, a su gente. Otros quizá huyeron a la seguridad de las ciudades, no los condeno, pero él se mantuvo firme en su San Fernando.
Una sola conversación bastó para que sintiera un aprecio especial por su persona. Cuando yo empezaba en el liderazgo nacional, asistí a una convención distrital en Matamoros, realmente no lo conocía. Pero se acercó afable y después del saludo protocolario de presentación, me preguntó ¿cómo está el Hno. Orlando? O sea me estaba preguntando por mi padre.
Me sorprendió mucho que lo conociera, resultó que mi papá era un contemporáneo suyo, la verdad, no creí que mi viejo fuera conocido por allá. Y me dijo que cuando eran jóvenes mi papá y otro compañero, hicieron un viaje en tren por aquellos rumbos, e iban predicando, y él recibió a mi papá y lo hospedó en esa ocasión. Le platiqué de mi papá, tenía muchos años de no tener noticias suyas.
Cuando le dije a mi papá quien le mandaba saludos, se alegró mucho y me dijo que en ese viaje conoció a varios pastores que en esa época eran jóvenes, como Arturo Reyes, Alfonso de los Reyes, y desde luego al Hno. Fidencio Vázquez, entre otros. Desde ese día, cuando nos veíamos la plática obligada era sobre cómo estaba don Orlando.
Muchos años se desempeñó como Presbítero de su Región, incluyendo este bienio, era apreciado por los pastores, iglesias y líderes.
Hoy dijo presente en la presencia del Señor, descansa ya de sus trabajos. Mis condolencias a su familia, iglesia, amigos, que el Señor les fortalezca y de consuelo.