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viernes, diciembre 20, 2024
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NUESTRO SALVADOR A NACIDO Jesús nació para ser el Salvador del mundo.

Jesús nació para ser el Salvador del mundo.

Lucas 2:7 ( ntv) – María dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre porque no había alojamiento disponible para ellos.

La mejor noticia que nuestro mundo ha recibido es la venida de nuestro Salvador. Esta fue una promesa de Dios a los patriarcas y profetas del Antiguo Testa­ mento desde el momento en que la humanidad pecó. Él reveló que el Mesías prometido vendría del linaje de David, y preservó a su pueblo de sus enemigos y su propia desobediencia.

Cuando llegó el momento, eligió dos grupos dife­ rentes de personas que adoraran al Niño: pastores judíos y sabios gentiles de lugares lejanos. La noticia del nacimiento de Jesús fue para todo estrato social, cada persona en la tierra y de todos los tiempos.

Los eventos que rodearon el nacimiento de Jesús son familiares. La gente exhibe escenas del pesebre en sus patios y hogares. Sin embargo es importante que estudiemos el relato bíblico del nacimiento de Jesús y nos preparemos para compartir la historia de su naci­ miento durante la temporada navideña. El estudio de esta semana se centra en el nacimiento de Cristo y en quienes vinieron a adorarlo. Que nuestro estudio de hoy nos anime a adorar a nuestro Salvador.

Parte 1-Nace el Salvador

□ Un edicto del gobernador Lucas 2:1-5

Dios a menudo usó como instrumento para su plan a autoridades de gobierno (por ejemplo, Ciro, rey de Persia; Isaías 44:28; 45:1,13; 2 Crónicas 36:23; Esdras 1:1-3). Asimismo, Dios usó el decreto de César Augusto para que María y José fueran a Belén, y el nacimiento de Jesús se cumplió conforme a la profecía de Miqueas 5:2. Lucas citó el nacimiento de Jesús en un contexto histórico. Roma a menudo requería que sus ciudadanos se registraran para efectos fiscales. Este fue probablemente el primero de dos censos bajo el gobierno de Cirenio. El segundo fue en el año 6 d.C.

Aquel que reinaría en el trono de David nacería en la ciudad de David. Como descen­diente de David, José debía ir ahí para el censo (v. 4). Llevó a María con él (v. 5). No era necesario que ella fuera a Belén, pero posiblemente él no quiso dejarla sola para enfrentar burlas o chismes de aquellos en su aldea.

Aunque José había tomado a María como su esposa (Mateo 1:24), Lucas todavía se refería a ellos como «desposados» o comprometidos, indicando que no habían tenido relaciones sexuales. Algunos creen que su matrimonio oficial tuvo lugar en Belén después del nacimiento de Jesús.

□ El nacimiento de Jesús Lucas 2:6,7

Lucas presentó los hechos sencillos que rodearon el nacimiento de Jesús (Lucas 2:6). No nos dijo cuándo José y María viajaron de Nazaret a Belén. Un estudio cuidadoso de la cultura y el idioma puede desafiar nuestro pensamiento tradicional sobre el lugar del naci­ miento de Jesús, pero la narrativa bíblica es confiable y encaja con las normas culturales de la época. Belén era el hogar de la familia de José, por lo que muy probablemente él y María se quedaran con ellos. La frase «estando ellos allí» indica que María y José habían estado en Belén por un período de tiempo no revelado antes del nacimiento de Jesús.

Cuando Lucas declaró que Jesús era el «hijo primogénito» de María, quizá estaba indicando que Jesús tenía todos los derechos del hijo primogénito (Éxodo 13:2; Números 3:12,13; Lucas 2:23,24). Las madres envolvían a su bebé recién nacidos en «pañales» («tiras de tela»; n t v ) para mantener rectas las extremidades. El pesebre era el comedero de los animales, el cual separaba el lugar donde se quedaban los animales del resto de la casa.

La gente a menudo mantenía a sus animales dentro de su propiedad, frecuentemente en cuevas en la parte trasera de sus casas. Es posible que María y José estuvieran alojados en una habitación adjunta a la casa de su padre, y esta era demasiado pequeña para acomo­ dar a los que estaban ayudando a María con el nacimiento de Jesús. El pesebre (comedero) tenía la forma perfecta de una cuna de bebé.

La palabra traducida como «mesón» (Lucas 2:7) se refiere a un «alojamiento, un lugar para quedarse, un aposento». También puede referirse a una habitación de huéspedes o al comedor. En 22:11, Lucas usó esta palabra para referirse a la habitación donde Jesús y sus discípulos celebraron la Pascua. La palabra para «mesón» (como en la Parábola del Buen Samaritano, Lucas 10:34) era diferente de la palabra en 2:7. Belén, una aldea pequeña, probablemente no tenía ningún alojamiento público.

Parte 2-Los pastores se regocijan

□ Un anuncio angelical Lucas 2:8-14

Lucas 2:8 declara que los pastores estaban en el campo, cuidando las ovejas mientras parían. Nada en esa noche era inusual; simplemente estaban haciendo su trabajo (Lucas 2:8)—hasta que apareció el ángel del Señor (v. 9). Naturalmente, los pastores estaban aterrorizados. Sin embargo, el ángel tenía buenas noticias para ellos (v. 10). Las buenas noticias eran que el Mesías había nacido en Belén (v. 11).

El nacimiento de Jesús en un humilde pesebre muestra el contraste del verdadero Sal­ vador con aquellos que sólo tenían poder terrenal. El anuncio del ángel traería «gran gozo» a todos—especialmente los pastores.

Los ángeles usaron tres títulos para describir a Jesús -«Salvador…CRISTO el Señor» (Lucas 2:11). El Antiguo Testamento a menudo se refería a Dios como Salvador. Mesías o Cristo describe a Aquel que reinaría en el trono de David. El título «Señor» presenta un contraste con los emperadores de ese día, y tiene ramificaciones eternas (véase Apocalipsis

11:15). El Bebé en el pesebre era el Mesías y el Señor. Dios había cumplido su promesa del Mesías. El ángel dio una señal para probar que su mensaje era verdadero. Encontrarían «al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre» (Lucas 2:12).

De repente, «una multitud de las huestes celestiales» (v. 13) se unieron a este ángel. Aquí podemos vislumbrar la alabanza que tuvo lugar en el cielo con la venida del Mesías (v. 14). «Aquellos en quienes Dios se complace» (n t v ), o «los hombres», apunta específi­ camente a Israel, pero se aplica a todos los que se vuelven a este Salvador y experimentan la paz (v. 10).

De repente, «una multitud de las huestes celestiales» (v. 13) se unieron a este ángel. Aquí podemos vislumbrar la alabanza que tuvo lugar en el cielo con la venida del Mesías (v. 14). «Aquellos en quienes Dios se complace» (n t v ), o «los hombres», apunta específi­camente a Israel, pero se aplica a todos los que se vuelven a este Salvador y experimentan la paz (v. 10).

□ La respuesta de los pastores Lucas 2:15-20

Los pastores creyeron en el mensaje del ángel, y querían ver a este bebé recién nacido (Lucas 2:15). Así que no perdieron el tiempo en ir a la ciudad para encontrarlo. Como Belén era una ciudad pequeña, buscaron hasta encontrar a Jesús (v. 16). Lo que encontra­ ron confirmó el mensaje del ángel. Posiblemente, los pastores les dijeron a María y a José lo que el ángel había anunciado. Sus palabras debieron confirmarle a esta joven pareja que Jesús era verdaderamente el Mesías. Al regresar a sus ovejas, los pastores les dijeron a todos los que encontraban las buenas noticias del nacimiento de Jesús (v. 17).

La respuesta de María reveló que todavía estaba procesando todo lo que estaba suce­ diendo. (v.19; véanse los versículos 33, 51). Sería más tarde, aun después de la resurrección de Jesús, cuando ella comprendería el significado completo de quién es Jesús.

Los pastores, quienes suministraban los corderos para los sacrificios del templo, fueron los primeros en enterarse del plan redentor de Dios a través de Jesús, el Cordero de Dios.

Parte 3-Los reyes magos adoran

□ En busca del Rey Mateo 2:1-8

Mateo indicó el lugar del nacimiento de Jesús (Mateo 2:1). Heredes fue rey entre 37 a.C. hasta su muerte en 4 a.C. Jesús probablemente nació alrededor del 6 a.C. Los magos del oriente vieron una estrella única, una creación sobrenatural de Dios, y entendieron que era una señal del nacimiento del rey de Israel (v. 2). Siguieron la estrella hasta Jerusalén.

La declaración de los magos perturbó a Heredes (v. 3). El pueblo de Jerusalén conocía la ira de Heredes y estaban preocupados. Heredes consultó con los líderes religiosos (v. 4). Ellos sabían dónde iba a nacer el Mesías (Miqueas 5:2), pero no sabían que había nacido. En cambio, Dios había revelado la noticia a los pastores judíos y a los ricos magos gentiles de lejanas tierras. Heredes fingió su deseo de adorar a Jesús (Mateo 2:7,8), pero estaba empeñado en destruir a Aquel que podría usurpar su trono.

□ Adorando al Rey Mateo 2:9-12

Mientras continuaban su viaje, la estrella que los magos habían visto antes reapareció (Mateo 2:9). La estrella los guió a la casa donde se alojaban María, José y Jesús (v. 10). Mateo describe la intensidad de su alegría al ver esta estrella. Por fin verían a este Rey de los judíos. Para entonces, Jesús tendría al menos un año.

Los magos cumplieron su objetivo—adorar a este Rey de los judíos—y presentaron regalos. En el antiguo oriente, los regalos a alguien superior era una práctica común (v. 11; véase 1 Reyes 10:2). Algunos han tratado de encontrar un significado en estos presentes. Sin embargo, estos eran simplemente obsequios costosos que uno le presentaría a un rey. Probablemente, los obsequios proporcionaron a José y María los fondos que necesitaban para el próximo viaje a Egipto para proteger al Niño Jesús del malvado plan de Herodes. Estos obsequios también cumplieron las profecías del Antiguo Testamento (Salmo 72:10,11; Isaías 60:6). Dios alertó a los magos de no regresar a Jerusalén (Mateo 2:12). Obedeciendo lo que vieron en el sueño, los magos tomaron una ruta más larga a casa.

¿Qué nos dice Dios?

El nacimiento de Jesús revela la fidelidad de Dios para cumplir su promesa de salvación para toda la humanidad. La salvación viene a través de Cristo, el mensaje que debemos anunciar al mundo.

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Editorial VIDA
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