VERDADEROS SUPERHEROES
Vivimos en una sociedad que está acostumbrada a identificar y ligar la palabra superhéroe con algunas cuantas películas de actualidad (Los Vengadores, X-Men, Batman, Superman, El Hombre Araña, entre otros muchos más) estas basadas mayormente en aquellas grandes historietas de Marvel de hace algunas décadas, muchos crecimos también y me incluyo con aquellas épicas caricaturas de los años 90´s (ThunderCats, He-Man, Caballeros del Zodiaco, Dragon-Ball Z, y muchas más). Debido a todo esto nuestra percepción de un “Superhéroe” parece ser algo extraordinario, increíble (que no se puede creer), fuera de este mundo real y casi imposible de alcanzar, pero ¿y que si hoy pudiéramos comprender y creer que en la actualidad en realidad existen verdaderos superhéroes?, que salvan vidas, cuidan al planeta tierra y tienen poderes sobrenaturales, como hijos de Dios hemos sido llamados a ser aún más que superhéroes porque lo que nosotros hacemos no solo impacta en este tiempo sino también en la eternidad, quizá tu que lees esto eres uno de ellos y aun no te has dado cuenta o nunca lo habías considerado así y para entender esto debemos ver las características que debe tener un superhéroe, y compararlas con eso que tu como hijo de Dios haces o debes hacer:
- Un superhéroe combate el mal.
La interminable lucha entre el bien y el mal, no solo en las historietas sino en la vida real es un hecho, la humanidad nunca va estar completamente a salvo sino hasta que nuestro Señor Jesucristo venga por segunda vez a esta tierra, hasta que nuestro cuerpo corruptible se vista de incorrupción (1 Co 15:53), como hijos de Dios hemos sido llamados a pelear contra las filas de satanás, no contra algo físico o terrenal sino como dice la escritura “contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12), el verdadero superhéroe sabe de la gravedad de esto y se enfila en las primeras líneas de batalla de nuestro Señor para hacer frente a esta realidad que muchos ignoran, se dispone a arrebatar de las garras del príncipe de esta mundo a las a las almas perdidas y sin esperanza, no va a la batalla solo sino revestido con la armadura de Dios (Efesios 6:13-17).
- Un superhéroe tiene poder
El poder en la vida de los hijos de Dios no solo es una promesa (Hechos 1:8) si no es una realidad, cuantos no hemos sido testigos de sanidades, liberaciones, manifestaciones gloriosas del Espíritu Santo, porque estas señales seguirían a los que creen, “en el nombre del Señor echaremos fuera demonios, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanaran” (Marcos 16:17-18 RVR60). Tenemos poder dado por Dios a través de su Espíritu Santo, no para beneficio y vanagloria propia, si no para expandir el evangelio de Jesucristo, para beneficio de la Iglesia, y para señal a los incrédulos. Utiliza esos dones, el ministerio que Dios te dio con las personas de allá afuera y que a través de ti el nombre de Dios sea glorificado.
- Un superhéroe salva vidas.
De acuerdo a las historietas Batman salvó muchas de vidas de los habitantes de ciudad gótica, el hombre araña de la ciudad de Nueva York, pero nosotros podemos hacer algo mucho mejor por las personas de todo este planeta, no solo ayudarles y apoyarles en este mundo que sabemos que en cualquier momento se habrá de terminar, como hijos de Dios ofrecemos algo que ningún otro superhéroe puede ofrecer, “damos por gracia lo que por gracia recibimos” y eso es: el mensaje de Salvación y Vida eterna a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, al cumplir la gran comisión de predicar el evangelio a todas las personas (Marcos 16:15 RVR60) no solo impactamos en este tiempo sino en el futuro, es decir la eternidad, porque esto es lo que quiere el Señor que hagamos “pues él quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4 RVR60).
La salvación a través de Jesucristo es completa y permanente.
- Conclusión.
La gran tarea de llevar a cabo la gran comisión (predicar el evangelio a todas las personas) que nos ha encomendado nuestro Señor Jesucristo requiere de un gran esfuerzo y compromiso que solamente aquellos que han abrazado los dos más grandes mandamientos dados por Dios a los hombres han entendido; estos son: amar a Dios y amar a las personas. Al hacer esto nos convertimos en verdaderos superhéroes, de carne y hueso, reales y no ficticios, sigamos pues sin desmallar cumpliendo la voluntad de Dios, que el mensaje de salvación eterna se expanda y que el Señor fortalezca y siga revistiendo de poder de lo alto a todos aquellos superhéroes anónimos.