Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros (Génesis 45:5).
¿Conoces a alguien cuyos sueños le hayan traído problemas? José fue uno de ellos; este joven desató el enojo y la envidia de sus contemporáneos. En uno de sus sueños miraba a sus hermanos y a sus padres postrarse ante él, lo cual era muy escandaloso para la época en que le tocó vivir. ¿Qué pensarían de ti, si tuvieras hoy la experiencia que tuvo José? Para el hijo de Jacob eran señales de Dios simples y perfectas de las cuales nunca dudó. Esa actitud fue la diferencia entre sus hermanos y él, actitud que le habría de durar toda la vida.
La historia de José nos enseña que podemos triunfar si llevamos a la práctica lo que aprendemos de la pa labra de Dios respecto a la fe. En cada etapa de su vida se puede ver a un joven que, pese a sus errores, creció espiritualmente y se mantuvo íntegro ante Dios
I. CARACTERÍSTICAS DE JOSÉ
1. Una buena relación con Dios
La clave del éxito de José no estuvo en su inteligencia, pues seguramente había gente más inteligente y preparada que él en todos los aspectos. La relación que tenía con Dios fue lo que hizo la diferencia. Cuando se tiene comunión con el Señor, los canales de transmisión están abiertos para que él se manifieste en la vida del joven. En el caso de José, Jehová decidió hablarle a través de los sueños.
2. Fiel
En circunstancias difíciles, José permaneció íntegro; en medio de un mundo con una cultura diferente a la suya, llena de idolatría y sin temor de Dios, él mantuvo su fidelidad al Señor (Génesis 41:38).
3. Sabio
La vida de José estuvo caracterizada por la sabiduría, pues aceptó su situación sin quejarse y habló palabras adecuadas aún en medio de las adversidades que tuvo que enfrentar (Génesis 39:8-9; Hechos 7:9-10).
4. Temor de Dios
Por todo lo que tuvo que pasar, José pudo olvidarse de Dios e incluso renegar de él, pero en lugar de eso, se mantuvo en el temor de Dios. Este joven no buscaba agradar a los hombres, sino a su Señor
II- ¡IMPACTA TU ENTORNO AUN EN MEDIO DE LA MALDAD
1. José vendido por sus hermanos (Génesis 37:26, 27).
2. José alejado de su familia y su mundo (Génesis 37:28). 3. José vendido como esclavo (Génesis 39:1).
4. José encarcelado (Génesis 39:20).
Aun cuando las circunstancias eran contrarias, José entendía que ahí Dios lo había puesto. Tal vez no captaba el alcance que esto traería, pero la Biblia dice que en todas estas situaciones Jehová estaba con él (Génesis 39:2, 21). De esta manera él comenzó a impactar y cambiar el mundo a donde había sido llevado.
Algunas veces la gente abandona la fe por los problemas que surgen. Se decepcionan de Dios y llegan a decir que en el momento más difícil de su vida él los abandonó; incluso llegan a pensar que estaban mejor cuando no conocían a Dios. José cambió su mundo porque tomó otra actitud cuando las cosas no eran favorables para él (Génesis 41:14-16).
Cuando el mundo de aquel entonces se corrompió y la gente vivía como si Dios no existiera, un joven, un simple muchacho, sin glorias humanas, pudo decir sí:es posible, Dios existe y su ley funciona. José lo demostró cambiando el rumbo del poderoso imperio egipcio (Génesis 41:38-40).
III. IMPACTA TU ENTORNO CON TU FORMA Y ACTITUD
Desde la niñez se empieza a imitar a la gente que se admira. Esta actitud no desaparece en la adolescencia, por el contrario, se incrementa a extremos que muchas veces cae en idolatría. Cuántas señoritas adoptan los modos y maneras de sus artistas preferidas, y qué decir de los muchachos que imitan las actitudes arrogantes, rebeldes o agresivas de su cantante predilecto.
Es en la juventud temprana donde algunos definen su futuro. En el terreno de la fe, también puede imitarse lo bueno, así como lo malo. En la Biblia tenemos ejemplos de personajes que nos ilustran ambos casos. Algunos se perfilarán a la victoria y santidad de vida, pero otros, si no vuelven sus ojos a Cristo, el mejor de los ejemplos, tomarán un rumbo equivocado.
José se encontró en un punto decisivo en su vida. Cuando estuvo al frente de los negocios de su amo (Génesis 39:2-4), pudo haber aprovechado la oportunidad de sacar ventaja, actuando de manera deshonesta; pero simplemente no lo hizo, por una fuerte razón: el temor y amor que le tenía a Dios.
IV. IMPACTA TU ENTORNO CON UN CARÁCTER ÍNTEGRO
1. Firme ante la seducción
Una de las pruebas más difíciles que enfrentó José ocurrió cuando la esposa de Potifar puso sus ojos en él
Era un muchacho bien parecido y la esposa de su amo le hizo proposiciones indecorosas (Génesis 39:7). Quizá no era mal visto que una ama tomara a un esclavo; el hecho era que el esclavo no podía tomar a la esposa de su señor, esto le costaría un horrible tormento y hasta la vida misma.
Si unimos a todo esto que posiblemente la esposa de Potifar era atractiva y que le insistía más atrevida mente cada día, encontraremos un cuadro difícil. Caer en el pecado era lo más fácil, y quizá el diablo trajo a su mente las siguientes excusas:
a) – ¡Soy hombre, tengo necesidades, ir en contra de ellas es antinatural. Error, los impulsos hormonales del cuerpo deben ser disciplinados. No hay que sucumbir ante la naturaleza carnal, pues puede haber consecuencias lamentables; prueba de ello son las enfermedades de transmisión sexual que sufren muchos jóvenes
b) – ¡Si no voy con la corriente perderé mi trabajo¿! Cuánta gente usa este pretexto? Las bases firmes en el Señor nos ayudan ante el acoso sexual. Aunque obedecer a Dios pudiera costamos el trabajo debemos permanecer firmes. No importa cuán dura sea la prueba, amortiguar a la naturaleza sensual de nuestra humanidad comienza siempre en el temor de Jehová (Génesis 39:12)
c)- ¡Me arrepentiré después!Esta falacia es favorita para el que tiene un carácter débil. Sin embargo, el arrepentimiento requiere de un cambio de dirección; ese es el sentido de la palabra “arrepentimiento” (del griego metanoia): es cambiar de dirección, no es un simple remordimiento de conciencia. El diablo aprovecha esta excusa de un razonamiento carnal para llevar a muchos jóvenes al infierno. Claro, esta gente jamás podrá cambiar al mundo, porque simplemente no puede dirigir ni su propia vida
d) – ¡Sólo una vez! Nunca hay sólo una vez; el pecado es reincidente, quiere volver, y siempre quiere más. Como la mosca que cae sólo una vez en la telaraña, así es en el caso de la tentación. Para cambiar al mundo basta saber un gran principio, que se labra con el cincel del Espíritu Santo en el alma del joven: el temor de Jehová
e) – ¡Todos lo hacen! Podríamos exagerar si infiriéramos que la mujer de la historia ya hubiera tenido relaciones con otros sirvientes, pero no estaríamos muy lejos de la realidad. Pensar que las acciones personales se excusan por las de otros es una actitud que asumen aquellos que están ciegos espiritualmente
2- Firme en tu Dios.
Un joven puede cambiar al mundo cuando es consciente de a quién sirve. José sólo contestó:hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? (Génesis 39:9). El temor de José no solo era fallarle a su amo, sino a Dios
El cristiano es una persona de convicciones, no de circunstancias. La ética situacional nada responde a la necesidad de la humanidad, pero la fidelidad a Dios forma el carácter de los jóvenes que pueden cambiar al mundo. Aprender a ir en contra de la corriente forja mentes y almas tan recias que difícilmente se inclinarán ante la sensualidad del mundo.
Tener inteligencia no basta para cambiar al mundo, se necesita sabiduría para administrarla. Muchos inventos mortales nacieron de mentes brillantes, y otras poderosas inteligencias administran el mundo del alcohol o la droga, pero eso no beneficia a nadie. La sabiduría que se basa en Dios trae paz, perdón y consolación a nuestro conmocionado planeta.
José no sólo se ayudó a sí mismo y salvó su vida al preferir obedecer a Dios, sino que trajo un cambio en su familia y salvó a todo Egipto de la hambruna que vendría. Esas son las mentes sabias, las de aquellos que usan correctamente su talento; las de quienes pueden percibir que han sido puestos en un lugar determinado para producir un cambio que beneficie a la humanidad. La sabiduría de Dios en José se puede apreciar en que él se distinguió como hijo, siervo y gobernante (Génesis 41:37)
No debemos temer vivir para Cristo. Obedecer a Dios y practicar lo que la Biblia enseña es de sabios. La única manera de impactar a los jóvenes que te rodean es siendo íntegro en medio de un mundo de maldad.
EL CIERRE
José cambió al mundo porque fue una persona con sentido de justicia. Ser justo en nuestros días es trabajo de titanes. Pero para un alma joven que teme a Dios, la justicia se convierte en una aliada que lo mueve para bien. José eligió ser justo por encima de sus intereses personales.
Cuando lo vendieron como esclavo no maldijo a Dios. Cuando lo metieron a la cárcel no se quejó; sabía que hay un juez justo que vela por sus hijos. Cuando lo olvidó el copero del rey tampoco se alejó de Dios; su sentido de justicia le indicaba que todo era producto del plan divino.
Al final volvió a ver a sus hermanos (Génesis 43:16). Los tuvo en sus manos, tenía la autoridad para ejecutarlos, venderlos o aprisionarlos, pero sabía que Dios estaba por encima del asunto, y dejó que él se encargara.