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lunes, septiembre 16, 2024
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Jetro: consejero y suegro de Moisés - Valorar las relaciones que honran a Dios y escuchar los consejos sabios.

¿Alguna vez se ha encontrado en una situación en que las cosas le salían mal a pesar de seguir fielmente a Dios? Moisés sabía lo que era estar abrumado así. Al igual que nosotros, necesitaba consejo, aliento y apoyo.

El libro de los Proverbios nos dice: «El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento» (15:32). Puede ser difícil reconocer que necesitamos el consejo de otras personas, pero tener un consejero de confianza es un modelo bíblico. Los consejeros sabios nos previenen de tomar decisiones miopes que afecten negativamente nuestra capacidad de ser eficaces para Dios.

Moisés fue llamado a liberar al pueblo de Dios de la esclavitud en Egipto. Pero después de matar a un funcionario egipcio y huir de Faraón, se convirtió en un exiliado en el desierto. Moisés tenía mucho que aprender antes de estar listo para sacar a los israelitas de Egipto. Necesitaba desesperadamente un consejero sabio. En la lección de hoy, veremos de cerca algunos acontecimientos clave en la vida de Moisés a través de la perspectiva de su suegro, Jetro (también llamado Reuel). Este se une a la narración, primero, como testigo externo de la liberación milagrosa de Dios. Luego, pasa al papel de consejero durante un momento decisivo del liderazgo de Moisés.

Parte 1—Jetro proporciona un refugio para Moisés

□ Moisés huye de Faraón Éxodo 2:11-14

La frase «sus hermanos» se repite dos veces en Éxodo 2:11 para enfatizar la conexión de Moisés con los israelitas. Independientemente de si Moisés estaba actuando con justicia o precipitadamente al matar al egipcio, esto tuvo consecuencias que siguieron a Moisés durante décadas (v. 12).

Al día siguiente, Moisés intervino en una pelea entre dos israelitas (v. 13). El agresor no sólo declaró la culpabilidad de Moisés, sino que cuestionó si Moisés tenía alguna autoridad para resolver su disputa. Con su liderazgo rechazado y una sentencia de muerte pendiendo sobre él, Moisés se convirtió en un exiliado. ¿Cómo podría alguna vez servir como instrumento de liberación de Dios?

□ Moisés conoce a Jetro  Éxodo 2:15-22

Al huir de Egipto, Moisés terminó en Madián (Éxodo 2:15). La importancia del tiempo de Moisés con los madianitas es doble:

1. La nueva etapa de Moisés. El hombre criado en un palacio se convirtió en un pastor asalariado que cuidaba el rebaño de otra persona (Éxodo 3:1).

2. La nueva ubicación de Moisés. Ya no más un habitante de la ciudad, Moisés ahora era parte de una tribu.

Dios estaba ampliando las habilidades de Moisés con el fin de equiparlo para sacar a los israelitas de Egipto en el momento adecuado. Éxodo 2:16 nos dice que Jetro era el sacerdote de Madián y tenía siete hijas. Él le proporcionó a Moisés un refugio, una esposa, un hogar y una educación esencial para vivir en el desierto. Por sus palabras y acciones, parece claro que conocía a Dios o lo llegó a conocer.

En su papel característico como libertador, Moisés confrontó y ahuyentó a los pastores que impedían que las hijas de Jetro abrevaran sus rebaños (2:17). Gracias a la intervención de Moisés en el pozo, las hijas de Jetro sorprendieron a su padre al regresar de su tarea de abrevar mucho antes de lo habitual (v. 18). Las jóvenes identificaron a Moisés como egipcio (v. 19), y relataron lo que había hecho. Jetro respondió con una invitación hospitalaria: «¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma» (v. 20).

La liberación de los israelitas por parte de Moisés se había retrasado, pero como señala acertadamente un erudito: «Dios nunca tiene mucha prisa en la preparación de sus siervos para que hagan su voluntad, especialmente cuando tiene una gran obra que llevar a cabo a través de ellos. No hay mejor ejemplo de esto que el profeta Moisés, quien pasó cuatro décadas en el desierto antes de comenzar su ministerio público».1 (Véase Hechos 7:29,30.)

Parte 2-Jetro bendice la misión

□ Dios llama a Moisés Éxodo 3:1-10

El final de esta etapa en la vida de Moisés estuvo marcado por un encuentro único con Dios. Apacentando las ovejas de Jetro en el desierto, Moisés se asombró cuando vio una zarza que ardía pero no se consumía (Éxodo 3:2,3). Hablando a Moisés desde las llamas, Dios lo llamó para liberar a los israelitas. Dios estaba a punto de liberar a su pueblo de la esclavitud, despejando el camino para que regresaran a la tierra que Él había prometido—y Moisés fue el encargado de esta misión (v. 10).

□ Desarrollo de la personalidad de Moisés Éxodo 4:18-20

Moisés le pidió a Jetro que le permitiera regresar a Egipto —presumiblemente para ver cómo estaban sus hermanos israelitas— y admitió: «para ver si aún viven» (Éxodo 4:18). Como líder de los madianitas, Jetro entendía la importancia de los lazos tribales. Le dio la bendición a Moisés con las palabras: «Ve en paz». Jetro claramente tenía suficiente respeto por su yerno para dar un asentimiento simple y confiado.

Moisés había madurado. Podía tomar decisiones calculadas y mesuradas, asegurando la bendición de una figura de autoridad al tiempo que seguía la dirección del Señor. Estaba listo para llevar a cabo la misión de liberación.

Dios le aseguró a Moisés: «Han muerto todos los que procuraban tu muerte» (v. 19). Moisés llevó consigo a su esposa Séfora y a sus dos hijos, Gersón y Eliezer. Siguiendo la dirección de Dios, viajaron a Egipto para cumplir la misión que le había sido encomendada. Moisés llevaba «la vara de Dios» (v. 20) con la cual «[haría] las señales» de Dios (v. 17).

Parte 3-Jetro da consejos de liderazgo

□ Moisés y Jetro se rencuentran Éxodo 18:7-12

Durante el conflicto de Moisés con Faraón, su esposa y sus dos hijos habían sido enviados a vivir con Jetro, posiblemente para mantenerlos a salvo (Éxodo 18:2). Varios meses después, los israelitas ya no estaban en Egipto, por lo que Jetro trajo de regreso a la familia de Moisés (v. 5).

Moisés relató las formas milagrosas en que Dios había liberado a Israel de Egipto y los había rescatado de dificultades a lo largo de su viaje. Jetro respondió con fe y regocijo: «Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón… .Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses» (w. 10,11).

La declaración de fe de Jetro resumió los eventos de los capítulos anteriores, brindando un testimonio externo de que estos asombrosos relatos eran ciertos. Luego trajo «holocaustos y sacrificios a Dios» (v. 12). Aarón y los ancianos de Israel lo acompañaron a comer lo que fue ofrecido en sacrificio.

□ El consejo de Jetro Éxodo 18:13-27

Al observar el campamento israelita, Jetro pudo ver la ineficiencia del sistema de liderazgo de Moisés. Jetro ofreció consejo acerca de delegar ciertas funciones —probablemente algo que había practicado y probado en su propia experiencia de liderazgo— con la salvedad de que Moisés sólo debería seguirlo por mandato de Dios (Éxodo 18:19,23). Los consejeros piadosos de hoy deberían hacer lo mismo, guiando a otros a buscar la sabiduría de Dios por encima de cualquier tipo de sabiduría terrenal.

Jetro sugirió las cualidades que Moisés debería buscar en sus delegados: «varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia» (v. 21). Moisés humildemente siguió las sugerencias de su suegro (v. 24). Seleccionó líderes para juzgar al pueblo, y ellos sólo le presentaban a Moisés los casos más difíciles (v. 26).

Los líderes sabios y eficaces de hoy ciertamente están familiarizados con el concepto de delegar, pero hay una lección más grande que aprender de este pasaje. Al igual que Moisés, los mejores líderes están abiertos a los consejos de los demás—especialmente aquellos con experiencia y eficacia comprobada, como Jetro.

¿Qué nos dice Dios?

Aunque Dios lo seleccionó personalmente para liderar a Israel, Moisés se benefició del consejo de un líder experimentado—¡que ni siquiera era israelita! La mayoría de los líderes reciben consejos y Moisés fue lo suficientemente humilde para escuchar con atención, reconocer el consejo sabio y piadoso cuando lo escuchó, y ponerlo en práctica.

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Editorial VIDA
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