No es muy difícil en el mundo espiritual quedar trastornados mentalmente.
Y no en el sentido paulino, (estás loco Pablo). Sino en el sentido mental. Perder la coherencia del razonamiento.
Hace años cuando no había redes sociales, me tocó ver a más de uno quedar mal, perturbados, no puedo explicar la razón.
La fe y la teología, o el presunto grado de santidad afectaban sus facultades mentales, quedando al grado de terminar internados en instituciones psiquiátricas. Y muchas veces no se sabe en esos casos si es mental o espiritual el trauma.
Tanta letra, tanto pensar en primera persona. Yo así, yo sé, yo he experimentado. Sentirse los únicos sabios, los únicos iluminados.
Ahora en las redes sociales, que todo es más visible, fácilmente apreciamos a quienes están en ese camino o de plano ya lo están. O como dicen en el noreste de México: ya estamos, dijo el otro.