DIEZMOS Y OFRENDAS EN TIEMPO DE PANDEMIA.
Miraba una noticia nacional que la iglesia católica, se está viendo afectada por no recibir donativos y limosnas de sus feligreses, por que no se pueden oficiar servicios presenciales y no se permite abrir sus templos.
Por otro lado hemos sabido de pastores en el valle de Texas que han cerrado definitivamente sus templos y no abrirán más , por que los bancos dieron plazos y al no cumplir con estos compromisos, se les han quitado las propiedades. Otros muchos que rentan sus locales, se ha visto en la necesidad de cancelar sus contratos y no abrir más sus templos.
Es triste ver como hombres y mujeres de Dios, han partido con el Señor, por que fueron contagiados y en su tiempo de enfermedad y hospitalización se juntó el estrés de pagos y compromisos personales y familiares y de la obra y se vieron más vulnerables y frágiles. Cómo me escribió la esposa de un pastor que murió…mi esposo no murió de covid, murió de estrés y le dió un paro cardíaco.
El cierre de los templos a causa de la pandemia ha dejado al descubierto el corazón muchos creyentes. Son muy pocas las almas fieles que temen a Dios y lo obedecen, y muy pocos recuerdan que su compromiso es con Dios y no con los hombres.
Aunque hoy algunos templos están cerrados por este inesperado suceso, las utilidades y pagos de mantenimiento se siguen dando.
La carga cae directamente sobre el pastor encargado de la obra, que con duro esfuerzo lucha por mantener la unidad de la iglesia y persevera creyendo que Dios supla las necesidades de la misma. Si bien es cierto, tocar el tema de las finanzas en la iglesia crea enojo en algunos; hoy no podemos pasar por alto este tema.
Los pastores todavía seguimos orando con el mismo fervor por cada familia y por nuestros miembros a pesar de que muchos se han olvidado de nosotros.
La biblia dice en Hebreos 13:7 “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.” Se que hoy estoy hablando por muchos siervos de Dios, y lo hago sin ningún interés personal.
Gracias a Dios no tenemos falta de ningún bien, pero cómo pastor me preocupa ver la actitud de muchos creyentes que ya deberían ser maduros en su fe, pero no los son.
La escritura dice en 2 Corintios 9:7-8 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;”
Si todavía tienes trabajo, es gracias a Dios, si no te ha faltado comida, es gracias a Dios, si estás sano y no te has contagiado es gracias a Dios, si tal vez te contagiaste, pero Dios te sanó, fue gracias a El! Seamos agradecidos y valoremos la iglesia en la cual Dios nos ha puesto, no importa si hoy está cerrada o tienen servicios en línea, seamos fieles a Dios con nuestras finanzas y no nos olvidamos de nuestras responsabilidades como miembros e hijos de Dios.
Dar nuestro diezmo y ofrendas es una señal de madurez, de fe y sobre todo de temor a Dios, como bien escribió el apóstol Pablo a los Filipenses “No digo esto esperando que me envíen una ofrenda. Más bien, quiero que ustedes reciban una recompensa por su bondad.” Filipenses 4:17 NTV.
Apeló a su buen corazón y a su generosidad para hacer conciencia y ayudemos todos a la obra de Dios que tanto nos necesita, si tu amas a tu pastor o a tu pastora y los consideras que son hombres de Dios y son sus siervos, da de gracia lo que de gracia has recibido.
Dice la palabra en el libro de los Hechos de los apóstoles; “Y he sido un ejemplo constante de cómo pueden ayudar con trabajo y esfuerzo a los que están en necesidad. Deben recordar las palabras del Señor Jesús: “Hay más bendición en dar que en recibir” ».”Hechos 20:35 NTV.
Dios les bendiga a todos y como le digo a mi iglesia cuando llego a tocar este tema. Todos los Comentarios buenos son bienvenidos.
Todas las reclamaciones, háganlas al tercer cielo.
fuente: del muro de Gamaliel Pacab.
MEJOR DAR QUE RECIBIR – tbendice.com