Ninguna cantidad de buenas obras pueden compensar la falta de fe. Después que todo está dicho y hecho, cuando alguien se rehú- sa creer a Dios le está haciendo mentiroso El que no cree a Dios le ha dicho mentiroso (1 Juan 5:10). ¿Cómo puede Dios agradarse de los que le consideran mentiroso?
La fe que agrada a Dios
Dios nos muestra afirmativamente que hay algo que no le agrada, No tener fe. Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Esta declaración nos desafía a una vida de confianza en él. Jesús habla de este elemento que debemos tener en nuestro vivir diario tened fe en Dios (Marcos 11:2). Es lo que le agrada a Dios, nos puede llamar la atención muchas cosas y tener fe en ellas, sin embargo lo que a Dios le agrada es tener confianza en él. La fe en Dios, es la única que da a él, el lugar que le corresponde y que pone al hombre en su propio lugar.
Por otra parte el señalamiento que hace el escritor de hebreos, es la fe que no solo cree que Dios existe, sino que confía en que el galardona aquellos que le buscan crea que le hay y que es el galardonador de los que le buscan.
El escritor define la fe como garantía o confirmación de las cosas que el creyente espera, como la certeza de cosas que este aún no ha visto y que ha de recibir lo imposible viviendo por fe. Los siervos de Dios pueden descansar confiadamente en que las promesas divinas se cumplirán; de hecho, el cumplimiento de dichas promesas es una realidad en la vida antes de que se hagan manifiesto en sus sentidos. Vale la pena confiar en ese Dios galardonador.
Característica de un hombre de fe que agrada a Dios
Tomaremos de referencia a Abram hombre de fe. Abram probablemente era un idólatra, cuando vivía en Ur de los Caldeos se le apareció Dios y le dijo que emprendiese el camino. Con la obediencia de la fe, dejó su hogar y su país, sin saber cuál era el destino final. Por la fe Abram siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia y salió sin saber a dónde iba (Hebreos 11:8). Es interesante saber que a un hombre de fe lo caracteriza la obediencia, alguien puede decir yo tengo mucha fe pero se le hace difícil obedecer a Dios y a sus superiores. Cuando el hombre anda con Dios por fe, él lo considera un amigo y se le hace fácil andar con él en obediencia.
Siguiendo con Abram, él era un hombre de altar Y edificó allí un altar a Jehová (Génesis 12:7; 13:18; 22:9). Siempre que Dios le aparecía edificaba un altar. Un hombre de fe es un hombre de altar, está constantemente en intimidad con Él, allí escuchas la voz de Dios y apareció Jehová a Abram (Génesis 12:7) y es ministrado por el Espíritu de Dios. Hay Palabra fresca de Dios para su pueblo. En el altar, Dios revela lo profundo que es él.
Un hombre de fe, no es altercado con sus hermanos o consiervos. Abram el hombre de fe no se peleó con Lot a pesar de que los pastores de ambos tenían contienda, es lo que le agrada a Dios, que los hombres de fe no se lastimen ni ofendan. En la Biblia encontramos repetidas veces la frase unos a otros 22 veces aproximadamente, podemos citar algunos: Os améis unos a otros (Juan 13:34); No juzguéis unos a otros (Romanos 14:13); Aceptarnos los unos a los otros (Romanos 15:7); Servíos por amor los unos a los otros (Gálatas 15:13), podemos seguir mencionando más, pero lo importante es no tener altercados con los consiervos y hermanos. A Dios le agrada el compañerismo entre liderazgo y la hermandad.
La importancia de la fe que agrada a Dios en la visión
La mayoría de la gente tiene vista, pero no visión. La vista fí- sica es la habilidad para ver las cosas tal y como son. La visión es la capacidad para ver las cosas como ellas podrían ser, y esto se refiere a la fe. Caminamos por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). En otras palabras, debemos caminar de acuerdo a lo que esté en nuestro corazón. Debemos permitir que lo que esté en nuestro corazón dicte la forma de cómo vemos la vida. Dios le dijo a Abram algo que solo podía ser visto, creído y realizado a través de la fe en la visión, Dios le dijo que dentro de él había toda una nación.
Él y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había sido estéril durante su matrimonio. Sin embargo, Dios dijo Yo veo una nación en ti, todos los demás están viendo tu esterilidad, pero yo veo una nación de descendientes como las estrellas del cielo y la arena del mar (Génesis 1:29, 30; 12:1-3; 17:1-9).
En la visión de crecimiento de los distritos es importante la fe que agrada a Dios, si tratas de funcionar en otra forma que no es de la fe, vas a funcionar mal. La vista sin fe no tiene ninguna esperanza, vivir por la vista puede llegar a matar. Por otra parte, la fe ve los problemas como oportunidades, la vida es de la manera como la vemos.
Cuando se comienza a ver con los ojos de la fe, vamos a entender cómo convertir la visión en una realidad. Podemos ver cada problema como una oportunidad para el ministerio, para servir, o para negocio. En tu estado o Distrito quizás pueda haber sin fin de problemas, pero por medio de la fe, tú puedes ver que ese problema es una oportunidad de hacer algo grande para Dios y la sociedad. Todo está en la forma como tú ves las cosas.