LES RECONOCÍAN QUE HABÍAN ESTADO CON JESÚS — Pbro Gilberto Cordero

Dime con quién andas y te diré quién eres. Refrán Mexicano

Cuando los pescadores galileos enfrentaron al mismísimo Sanedrín que había condenado a Cristo a la cruz hacía apenas unas semanas, asombraron a los aristócratas y eruditos de la ley que allí se encontraban, quienes seguramente no podían creer que los hombres que estaban delante de ellos, fueran los mismos que habían salido huyendo despavoridos del Getsemaní la noche que el Señor fue apresado.

[avatar user=”corderoj” size=”thumbnail” align=”right”]Pbro Gilberto Cordero[/avatar]

A la sorpresa evidente de la gran transformación del carácter de estos hombres, se añadía su conocimiento de la Palabra de Dios, la argumentación de sus actos, la autoridad de sus sanidades y la vehemencia con que cumplían su misión, que hizo a Lucas plasmar la frase: Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús (Hechos 4:13).

La palabra que se usa para “hombres sin letras” es agrammatoi, donde de inmediato podemos percibir la definición “sin gramática”. Los judíos menospreciaban al pueblo por no conocer la ley, pero más a los galileos del norte por incultos y materialistas. La realidad es que Galilea, región próspera, emprendedora y cosmopolita contrastaba tremendamente con la árida pero religiosa Judea. Los mismos judíos tenían un dicho: El que quiera hacerse rico váyase al norte (Galilea) pero el que quiera hacerse sabio váyase al sur (Judea) y por si fuera poco, no es menos despectiva la palabra griega que se añade: idiotai o vulgares, que se les aplicó a la par a los Galileos.

Aun con todo lo anterior, lo más sorprendente del versículo de Hechos, es que los mismos fariseos, saduceos y sacerdotes, aceptaban y reconocían la razón de tal transformación: …habían estado con Jesús. El no poder rebatir la argumentación de Pedro (algo que les sucedió constantemente en sus encuentros con Cristo) fue en palabras de Matthew Henry un milagro aún mayor que la curación del les reconocían que habían estado con Jesús

El poder citar las Escrituras, no sólo con acierto, sino también con poder, es lo que asombró tanto a los rabinos. El brillo del rostro de Cristo en la transfiguración se reflejaba en las caras de sus humildes seguidores. Bien concluye el Comentario Teológico Beacon: La totalidad del incidente refleja la reacción de los líderes judíos en tiempo anterior cuando exclamaban acerca de su Maestro: ¿Cómo sabe éste letras, (grammata) sin haber estudiado? (Juan 7:15).

Estar con Jesús implica nutrirse de su Palabra, depender de su poder, ministrar bajo su gracia, imitar en todo su ejemplo, obedecer todos sus mandamientos, vivir en su presencia. La defensa más incontestable del cristianismo es un cristiano. Enoc caminó con Dios, Elías estaba delante de la presencia del Señor, María se sentaba a los pies del Maestro, los apóstoles anduvieron con Cristo.

En todo esto, resalta el reconocimiento, y más aún cuando se trata del reconocimiento del adversario. Se reconocía la sabiduría de Cristo en los labios, el poder de Cristo en las obras, el carácter de Cristo en la santidad, la vida de Cristo en el desprecio por la propia, la resurrección de Cristo en la convicción inquebrantable, la superioridad de Cristo en la misión encomendada, la exaltación de Cristo en la justificación del milagro realizado. Les reconocían… es la frase que define un hecho contundente, inapelable, innegable, evidente a todos, aceptado por todos.

Creo firmemente que Cristo debe de reconocerse en todo lo que somos y hacemos como ministros. Cristo debe sentarse como soberano y Señor absoluto en nuestros sermones, en nuestras enseñanzas, en nuestros cantos, en nuestras apelaciones y rogativas, en nuestras motivaciones y anhelos, en nuestros proyectos y empresas, en nuestras reuniones y concilios. Que el que nos vea, que el que nos escuche, que el que nos examine al conducirnos, no pueda más que llegar a la maravillosa y evidente conclusión de que andamos con el Nazareno y que los frutos y las conversiones de los pecadores sean testigos inapelables para nuestros ministerios como lo fue para aquellos el cojo saltando delante de todos, siendo como decía el predicador victoriano Charles Spurgeon un bozal de oro para cualquiera que venga en nuestra contra.

Nuestro pentecostalismo, nuestras lenguas, nuestras sanidades, nuestra doctrina, nuestro celo evangelístico, en resumen, el poder del Espíritu Santo manifestándose con libertad entre nuestro pueblo asambleísta debe producir un reconocimiento a propios y extraños de que andamos con el Maestro.

Sabemos bien que lo que los fariseos vieron en los discípulos fue definido por ellos como andar con Cristo, pero ellos no sabían que también estaban viendo a hombres que como Pablo expresó más adelante, habían sido crucificados juntamente con su amado Maestro. Es no sólo el que anda con Cristo, sino el que ha sido crucificado juntamente con él, el que puede predicar la cruz. Tomás dijo: si no viere en sus manos la señal de los clavos no creeré… es lo que el mundo le está diciendo hoy a la Iglesia, es lo que la Iglesia le grita a sus pastores cuando están en el púlpito escuchando un sermón, es lo que quienes nos rodean claman a voz baja cada vez que tratan con nosotros, es lo que nuestros hijos nos gritan en silencio al ver nuestras conductas, es lo que los incrédulos nos examinan cuando les hablamos del camino a la salvación. ¡No creeré hasta no ver en sus manos la señal de los clavos!

Podemos orar con el canto de nuestro himnario y rogar al Señor que en nosotros, esta bendición inigualable sea una poderosa realidad: ¡Oh si yo quiero andar con Cristo! ¡Oh si yo quiero vivir con Cristo! ¡Oh si yo quiero morir por Cristo! Quiero serle un testigo fiel

fuente: aviva 2013 edición 9

Acerca de: Pbro. Gilberto Cordero Jaramillo

Foto del avatar
Pastor y Líder del Concilio de las Asambleas de Dios, lider del Distrito Sur de Chihuahua y escrito de la revista Aviva. Estudió en ITESM, Campus Chihuahua, en 2018 es electo tesorero nacional del Concilio.

Mira esto también

¿Jesús fue al Infierno entre su muerte y resurrección? por Pbro. Edelmiro Gonzalez

¿Jesús fue al Infierno entre su muerte y resurrección? Hay una gran confusión respecto a …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Send this to a friend