USD $0.00

No hay productos en el carrito.

lunes, diciembre 9, 2024
USD $0.00

No hay productos en el carrito.

La celebración de la Hanukka la Fiesta judía de diciembre — Pbro Edelmiro González

No todas las tradiciones son malas

Una tradición de hombres celebrada por Cristo Juan 10:22-23

(1) Sin intención de contender, pero si con el fin de profundizar y mantener equilibrio Escritural hoy compartiremos un pasaje muy interesante respecto la celebración de las fiestas decembrinas.

Tristemente me he topado con quienes ya sea en el afán de preservar la sana doctrina o con el fin de contender con respecto a días, se apasionan en la discusión y oposición de estas fiestas por el hecho mismo de que no hay mandato Escritural para observarlos e incluso guarda un parecido con el nacimiento de un dios pagano.

El que no exista un pasaje prescriptivo (mandato), para observar ciertas celebraciones, la omisión en sí misma no tiene fuerza, ya que lo mismo se puede exigir de los oponentes:

(2) Denme un pasaje directo donde se prohíba la celebración del nacimiento de Cristo. No existe tal pasaje para ambos grupos. El termino mismo Navidad (en latín: nativitas, “nacimiento”), tiene un sentido indefinido y general, por lo que debe analizarse su uso semántico, y no limitado a una cultura o practica definida como el paganismo, ya que ciertamente puede referirse al natalicio de un dios pagano, a mi propio nacimiento o a la natividad de Cristo. Yo celebro el mío para darle gracias a Dios por la vida que me da y el de Cristo por venir a este mundo enviado del Padre a buscar y salvar lo que se había perdido, pero en ningún momento he celebrado a Tamuz o su navidad.

(3) El nacimiento de Cristo es descrito en términos de su venida en griego “erjomai”, “ginomai”, ”epifania” que se usan tanto para su primera como para su segunda venida. Su celebración obedece a una tradición de hombres antes que a un mandamiento divino. Sin embargo aquí yacen las preguntas ¿Toda tradiciones de hombres deben ser rechazadas por sí mismo?, ¿Debemos actuar liberalmente pensando que todo se vales o legalistamente pensando que nada se vale de las tradiciones? ¿Cuál es el ejemplo de Jesús al respecto de las tradiciones de los hombres?

La palabra tradición (Gr. “paradosis”: transmisión abajo o adelante; relacionado con “paradidomi”: transmitir entregar). Por metominia se usa tanto para las enseñanzas de los rabinos y sus interpretaciones que anulaban la ley (Mateo 15:2, 3, 6; Marcos 7:3, 4, 8, 9, 13; Gálatas 1:14; Colosenses 2:8), como para las enseñanzas de los apóstoles de Cristo (1 Corintios 11:2; 2 Tesalonicenses 2:15; 3:6), donde se traduce como instrucciones, enseñanza y doctrina. Por definición una tradición es una transmisión oral de costumbres, mandamientos, preceptos, instrucciones, doctrinas, conductas, noticias, rituales, que se hacen de generación en generación y se convierte en prácticas.

Sorprende a algunos saber que Jesús no condeno todas las tradiciones, sino aquellas que se anteponían frontalmente a la palabra de Dios. Condeno algunas tradiciones pero celebró otras, ejemplo: Entro a la sinagoga (no mandada en ninguna parte del Antiguo Testamento) conforme a su costumbre (Lucas 4:16). Además celebro en Jerusalén la fiesta de la dedicación (tradición de Hanukka que no habla el Antiguo testamento), en el pasaje que hoy analizaremos con detalle. No sabemos cuánto tiempo transcurrió entre el versículo 21 y 22, pero hay una distancia como de dos meses que va de la fiesta Bíblica de los tabernáculos (Octubre –Noviembre) a la celebración tradicional judía de Hanukkah (Diciembre), por cierto la única vez que esta es mencionada en la Biblia. Durante este periodo intermedio, nuestro Señor permaneció en las cercanías de Jerusalén, esperando la hermosa celebración de la fiesta de la dedicación o de las luces, lo cual es descrito con una “epícrisis” (epi: sobre, krisis: juicio, frase al final que vía deducción muestra que hay algo más a profundidad de lo que aparece en la superficie): “se celebró por entonces la fiesta de la dedicación en Jerusalén…”, con ello demuestra que Jesús no se había ausentado de Jerusalén luego de la fiesta de los tabernáculos, hasta la próxima celebración. <-682" title="18485885 1310273465708950 6562264815190152899 N" src="https://pastorales.com///wp-content/grand-media/image/18485885_1310273465708950_6562264815190152899_n.jpg" alt="18485885 1310273465708950 6562264815190152899 N" width="960" height="539" />

(4)- En el pasaje a considerar se mira el aspecto humano y social de Jesús como un ejemplo en la observación de tradiciones en los que pese a no tener un mandato prescriptivo Escritural, no contradice los principios santos y pueden fomentar oportunidades de convivencia y de contacto evangelístico.

(5) Analicemos este pasaje con el ejemplo de Jesús, respecto a la observación de este tipo de tradiciones:

I. LA CELEBRACION DE UNA FIESTA TRADICIONAL NO REQUIERE UN MANDATO BIBLICO PARA SER ACEPTABLE

(“Se celebró por entonces la fiesta de la dedicación en Jerusalén”) Se celebró la fiesta de la dedicación (Gr. “Egeneto de ta enkainia”) La fiesta mencionada no había sido establecida en la ley, ni era de peregrinación obligatoria, pero se trataba de una celebración hermosa de ocho días de luces en el templo y casas, que seguía a la fiesta de los tabernáculos.

Sin embargo con esta celebración anual, se recordaba la dedicación (Gr. “enkainia”, “En” y kainos: nuevo. Solo aquí aparece) del nuevo altar llevada a cabo por judas Macabeo en el año 165 a C., tres años después de la profanación (168 a C) efectuada en el templo del impío rey Antíoco Epifanes (1 Macabeos 1:59; 4:52, 59). Algunas veces llamada la fiesta de las luces pero su nombre hebreo es Hanukkah, celebrada el 25 de Kislev, correspondiente a nuestro Diciembre, y que los judíos siguen celebrando hasta hoy. Durante ocho días, desde el 25 de Kislev al 2 de Tevet (o 3 de Tevet, cuando Kislev tiene 29 días solamente).

Durante esta fiesta se enciende la Menorah de Janucá que es un candelabro de nueve brazos (incluyendo la central y más grande que se llama el Shamash, o sirviente). Sólo el brazo mayor y una vela es encendida, y cada noche la luz adicional es encendida, hasta que en el octavo día el candelabro está completamente iluminado. En este ritual se celebra el milagro del aceite que ardió durante ocho días en la Menorah del Templo de Jerusalén.

Su orígenes se remonta a uno de los periodos de mayor tribulación de y heroísmo de la historia judía. Cuando el rey sirio llamado Antíoco Epifanes (Reinó entre 175-164 a C), enamorado de todo lo griego y decido eliminar la religión judía, intento introducir en tierra santa la vida, el pensamiento, la religión y los dioses griegos, al principio en forma pacífica pero al encontrar resistencia introdujo la terrible crisis del año 170 a C, cuando ataco a Jerusalén.

Se registra que perecieron 80, 000 judíos y otros más vendidos como esclavos, robándoles 1800 talentos de plata (cada talento equivale a 21. 600 gramos de plata), del tesoro del templo. Quien era hallado con un ejemplar de la Torá, o quien circuncidara a un niño, se le castigaba con muerte. A la mujer que lo hacía se le crucificaba junto con su hijo. Los atrios del templo fueron profanados convirtiendo sus cámaras en prostíbulos y Antíoco dedico el gran altar de los Holocaustos a Zeus Olímpico y a ofrecer sobre él, sacrificios de puercos a los dioses paganos griegos.

<-674" title="18446630 1306510542751909 7814910638091384447 N" src="https://pastorales.com///wp-content/grand-media/image/18446630_1306510542751909_7814910638091384447_n.jpg" alt="18446630 1306510542751909 7814910638091384447 N" width="960" height="539" />Bajo el liderazgo de un sacerdote anciano llamado Matatías (de la familia de los asmoneos), los judíos libraron una guerra de guerrillas contra Siria (conocida como la insurrección macabea), que tuvo lugar en 166-142 a.C. y que logró la libertad de la dominación siria y la recuperación del templo en 164 a.C. el día 25 de Quislev (alrededor de diciembre). Fue cuando Judas Macabeo y sus hermanos se levantaron como libertadores. En 164 se ganó la guerra definitivamente y ese mismo año se limpió y purificó el templo.

Así se reconstruyó el altar, reponiéndose las túnicas y los objetos de culto, después de tres años de contaminación. Para la conmemoración de la purificación, se instituyó la fiesta de la dedicación: Fue el mismo judas macabeo quien decidió que los días de dedicación del altar se habían de celebrar en su tiempo de año en año, por espacio de 8 días, desde el día 25 del mes de Kislev, con gozo y alegría. Por esa razón la fiesta se llama de la dedicación del altar o memorial de la purificación del templo pero también se le conocía como fiesta de las luces.

¿Por qué esta ultimo nombre? Se instalan grandes iluminaciones en el templo y en todos los hogares en las ventanas de todas las casas judías. Shamai: “Se pone ocho luces en las ventanas cada día se quita una hasta dejar solo una el ultimo dia.” Hillell: “El primer día se encendía una sola y cada día se añadía una más hasta tener 8 al final de la fiesta” Su significado: Recordar que la luz de la libertad ha vuelto a brillar en Israel. Leyenda: cuando se purifico el templo y se volvió a prender las luces del candelabro, solo había una vasija de aceite sin contaminar, se había mantenido intacta y con su sello, con capacidad e mantener encendida un día las lámparas, pero milagrosamente hubo suficiente para mantenerlo 8 días.

<-659" title="18221960 1300214080048222 7043165958047528026 N" src="https://pastorales.com///wp-content/grand-media/image/18221960_1300214080048222_7043165958047528026_n.jpg" alt="18221960 1300214080048222 7043165958047528026 N" width="960" height="720" />Por esa razón se celebra 8 días esa fiesta. Cerca de esa fecha el pronuncio “Yo soy la luz del mundo”, yo solo puedo iluminar el camino que conduce al conocimiento y a la presencia de Dios iluminando sus corazones no solo el templo y sus casas. El hecho de que se describe en un libro apócrifo no significa que no tiene validez el relato histórico que contiene y con la celebración de tal fiesta tampoco se le está dando a este libro calidad de inspiración.

El retorno a su libertad significó para el pueblo judío algo similar a nacer de nuevo y en recuerdo a este hecho celebran esta fiesta como la fiesta de las luces por el milagro que en ella sucedió con el candelabro en el interior del templo. Los judíos observan esta fiesta en cada localidad donde se hallan, y no tan solo en Jerusalén, pese a que no estaba mandada en la Escritura, pero tampoco contradice ningún principio de ella, si se observa adecuadamente.

Lo mismo hacemos en México el 16 de Septiembre, el día de nuestro cumpleaños y en al aniversario de algo importante en lo que no hay prescripción bíblica pero tampoco prohibición.

II. LA EPOCA DEL AÑO NO ES TRASCENDENTE EN LA CELEBRACIÓN SI NO SU MOTIVO (6)

(“era invierno”) Se debería evangelizar y proclamar el nombre del Señor con nuestras vidas y en todo tiempo, sin embargo hay épocas que se constituyen en oportunidades en sí mismas que debemos aprovechar. El punto central no es defender una fecha exacta, lo cual no hace sentido en sí mismo, no se celebra la fecha sino el acontecimiento, pese a que se busca el mejor momento que constituya una oportunidad, para lograr el propósito. Usando la figura de conocida como Kronos (“tiempo”) añade por designación de tiempo, alguna explanación que sirve para entender mejor lo que está narrando. En este caso en concreto al referirse al clima busca poner por objeto el estado de humillación del Hijo de Dios, razón por la que buscó la parte más alta del monte Moría para calentarse.

Con ello resalta el hecho de que en esa noche fría, nadie lo había invitado a calentarse, ni en las cámaras del templo donde había fuego ni en el interior de sus casas (Juan 18:18). La época de celebración del Hanukka es en invierno y varía desde fines de Noviembre hasta la tercera semana de diciembre. El invierno (Gr. “cheimön”, de “cheima”, “cheö”, derramar, llover, y de “chio”: nieve). Con esta descripción se da a entender un clima de inclemencia y es la razón por la que buscaba abrigo en el pórtico de Salomón.

<-636" title="17884368 1278547432214887 3953457924479524263 N" src="https://pastorales.com///wp-content/grand-media/image/17884368_1278547432214887_3953457924479524263_n.jpg" alt="17884368 1278547432214887 3953457924479524263 N" width="960" height="720" />El invierno no solo estaba en el clima y el calendario si no en el ambiente espiritual. No olviden que Juan muestra un especial interés en conectar los eventos con las fiestas, pero en esta ocasión incluye el clima. Sin intención de teologizar al respecto, las fiestas decembrinas son una buena oportunidad para presentar a Cristo, (7) ya que el clima mismo recuerda ese Cristo que desde siempre ha sido dejado fuera y no se halla para el lugar en el mesón, lo cual describe la realidad de su primer advenimiento, donde se esconde de él, el rostro y no se le estima.

Pese a que en el ambiente de esa época se permea de sensibilidad para compartir la Palabra de Dios, lo cual debe darnos focos de alerta, de discernimiento espiritual, tal como Juan tiene cuidado de hacer notar el clima del mes, nosotros debemos discernir el clima espiritual del ambiente, a la época muy propicia para compartir la historia más bella jamás contada: la primera venida del Mesías, como Emanuel, Dios con nosotros. Su primera venida no fue celebrada hace dos mil años lo cual revela el descarado rechazo del que fue objeto y hoy algunos cristianos se niegan a celebrarlo, sigue el invierno en muchos corazones. (8)

III. PODEMOS PARTICIPAR DE COSTUMBRES Y TRADICIONES INCLUSO SOLO PARA DIVERTIRNOS AUNQUE NO TENGAN PROPOSITOS RELIGIOSOS

(“y Jesús andaba paseando en el templo por el pórtico de Salomón”) Pese a que el templo era visto como el centro religioso del pueblo hebreo, el pórtico del templo podía tener otros usos, no meramente religiosos, si no didácticos y de simple distracción como pasear, aunque los escribas judíos con frecuencia enseñaban allí a sus discípulos. Esto nos lleva a concluir que Jesús no solo se ocupó de acciones religiosas si no de aquellas que tenían fines meramente recreativas o de tradiciones humanas. El pórtico (“stöai”: columnata cubierta o corredor de columnas en el interior de la muralla oriental) de Salomón era el área oriental cubierta adyacente al templo de Herodes. Es una parte dejada intacta por los Babilónicos que sobrevivió hasta la destrucción bajo Tito en el 70 d C.

Posiblemente cuando Juan contaba esto el pórtico ya no existía. La parte exterior del templo tenia pórticos en los cuatro costados.

El pórtico de Salomón era un largo corredor cubierto, ubicado en el lado oriental del templo conocido como el pórtico real o del trono, con cuatro filas de pilares. EL pórtico era llamado de Salomón porque la gente pensaba que contenía los restos del primer templo de Salomón. Siendo semicircular proveía protección de las lluvias invernales, así como del fuerte sol en el verano. Jesús paseaba (“peripatei”: andar alrededor) también, y lo hizo durante su participación en esta fiesta. Al pasear el Señor, daba también la oportunidad de que lo judíos se reunieran a su alrededor.

El primer atrio del templo era el de los gentiles, a sus lado había una columnata magnifica que se llamaba el pórtico de Salomón y el pórtico real. Se trataba de hileras de impresionantes columnas de12 metros de alto con un techo encima. La gente acudía ahí a orar y meditar y los rabinos solían pasear por ahí, hablando con sus alumnos y explicándoles las doctrinas de la fe. Lo hacía para darse ver y oír de cuantos asistirán a esa reunión. También para calentarse los pies, lo cual revela su lado humano. Era enteramente como nosotros, pero sin pecado.

<-650" title="18157972 1290360787700218 6048541666828095870 N" src="https://pastorales.com///wp-content/grand-media/image/18157972_1290360787700218_6048541666828095870_n.jpg" alt="18157972 1290360787700218 6048541666828095870 N" width="960" height="720" />La razón de su discusión en el pórtico es porque se trataba de una rea serrada en esa época el mejor lugar para ocultarse del frio. El hecho de que Jesús paseara durante esa época y participara de una fiesta que no estaba prescrito en la Escritura, proporciona ejemplo más que suficiente para concluir que: Todo aquello que no está en la Escritura y no la contradice y es de Bendición, puede realizarse. (9) Principio avalado más tarde por el Apóstol Pablo en Colosenses 3.17 «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el Nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él». Filipenses 3.15: «Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios». Y en Filipenses 4.8 «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad»

CONCLUSIÓN

Ya había transcurrido dos meses desde la fiesta de los tabernáculos que se celebraba en octubre, en que Jesús tuvo la última confrontación con los judíos. Juan registra esta confrontación de Jesús con la multitud hostil de Jerusalén, seguida por su retiro más allá del Jordán debido al complot para matarlo, en el mismo momento en que se celebraba el tradicional recordatorio de la última liberación judía de manos de sus enemigos: Hanukka. Algunas tradiciones de hombres tienen aspectos negativos y hasta diabólicos pero otras no, siempre y cuando no invaliden la Palabra de Dios. Así, muchos de los cristianos nacieron en un día cuando los paganos celebran a un santo determinado y no con ello dejan de hacer una celebración de acción de gracias. Hay muchas tradiciones que celebramos no por el hecho de ser bíblicas sino porque no atentan contra los principios escriturales. Dios no me ordena festejar mi cumpleaños o de mis hijos, pero lo celebramos al considerar cuanta importancia tiene para nosotros el hecho de su nacimiento. La misma fiesta de Purim es una celebración no instituida por Dios, sin embargo es un festejo de celebra o conmemora la salvación del pueblo judío de manos de Haman.

El reunirse los domingos es una tradición que los primeros cristianos adoptaron, que aunque no era mandato si era buena tradición (1 Corintios 16:2). Algunos nombres mencionados en la Biblia tienen origen pagano y su cumpleaños en el calendario romano seguramente celebra un ídolo. Los días de la semana son paganos se dedican a cada astro por motivos astrológicos. Los cristianos no tenemos que inventar nombres para nuestros días por ese motivo. No se puede cristianizar todo pero si algunas cosas. Tampoco se puede paganizar todo como por ejemplo si se llama Guadalupe o nació el 12 de diciembre o 1 Noviembre y otros, no es necesario que cambie su nombre o su fecha de nacimiento, o que tenga que celebrarlo otro día, eso es ir a la exageración, pues el primer Hanukka se celebró un 25 de Diciembre. Nadie sabe con seguridad la verdadera fecha del nacimiento de Cristo, debido a que no nació en un hospital y se cumplió Isaías 53:2-3, del desprecio que tendría en su primer advenimiento. Sin embargo tampoco sabemos la fecha de la venida de Cristo y de igual modo lo recordamos conmemorativamente en la Santa cena.

<-645" title="18058175 1290360861033544 4958901476237867382 N" src="https://pastorales.com///wp-content/grand-media/image/18058175_1290360861033544_4958901476237867382_n.jpg" alt="18058175 1290360861033544 4958901476237867382 N" width="960" height="539" />He aquí mi opinión

1. El que escribe este artículo dice que es sin afán de contender. Pienso que no se debe esconder bajo un manto de piedad. Con el solo hecho de escribir en contra de lo que opinan otros, ya está contendiendo. Y eso no necesariamente quiere decir que esté mal. Porque Judas dice que debemos “contender ardientemente por la fe que nos fue dada”. Solo menciono que es una humildad fingida del autor. Dice que no quiere contender, pero pretende “corregir” algunos conceptos, que en su criterio están mal planteados.

2. El autor dice que no hay un pasaje donde se prohíba celebrar la navidad. Pero si hay muchos pasajes donde Dios prohíbe imitar las costumbres de los pueblos (Dt. 16:21; Jer. 10:1-3; Col. 2:8; Ef. 5:11).

3. El autor menciona que navidad es un término indefinido y general. La cuestión no es el nacimiento de Cristo. La verdad de la encarnación es bíblica. Lo que no es bíblico es el pinito, las luces, las esferas, la guirnalda, santa Claus y toda su compañía. Si se quitan todos estos adornos, se acaba el espíritu de la navidad. Los apóstoles nunca tuvieron una celebración de esta índole.

4. Estoy totalmente de acuerdo que hay que separar descripciones y prescripciones. Una cosa es una narración y otra cosa es un mandamiento. No todas las tradiciones son necesariamente malas. Hay muchos aspectos culturales de cada pueblo que son rescatables y hasta didácticos. Llamemos las cosas como son. Todos los arreglos navideños son parte de una cultura y de la mercadotecnia, no son parte de la Biblia. Los que defienden la navidad, defienden la cultura. Porque nadie cuestiona el hecho del nacimiento.

5. Completamente de acuerdo que algunas tradiciones que no contradicen los principios bíblicos se pueden usar como medios evangelísticos y de convivencia. Pero, se deben observar así, como actividades culturales. No como actividades bíblicas y espirituales. La celebración de la navidad no es un mandamiento bíblico, es una celebración cultural. Por lo tanto no es un fin en sí mismo. Debe ser un medio, un vehículo para enseñar las verdades del evangelio. Tristemente, algunos solo celebran el aspecto cultural y creen que de esa manera honran a Dios.

6. Dice el autor que la época del año no es trascendente para celebrar la navidad. Eso no es verdad. Por eso es la polémica. Los que están a favor de la celebración de la navidad, con todos sus adornos y festines nunca la van a celebrar en otra fecha. En ninguna otra temporada harían esta celebración. Si se aplica el juego “asociación de palabras”. Se le dice al público que asocie la palabra “navidad” y la mayoría dice: tamales, regales, pinito, Santa Claus, posadas, es rara la persona que dice Cristo.

7. Estoy totalmente de acuerdo con el autor que “las fiestas decembrinas son una buena oportunidad para presentar a Cristo”. Entonces, debemos redefinir nuestros programas navideños. En vez, de enfocarlos para la gente de la iglesia, debemos enfocarlos para la gente de la calle. Nuestros programas deben ser más evangélisticos y de alcance. Esta temporada debería ser le época del año cuando más nuevos convertidos llegan a la iglesia. Pero, si el mes de diciembre es igual o menor que otros meses en cuanto a conversiones se refiere, eso significa que las celebraciones navideñas no están logrando ningún impacto evangelístico.

8. El autor inició su escrito diciendo que no tiene intenciones de contender, pero en una parte de este insinúa que celebrar la navidad te hace más espiritual. Dice textualmente: “hoy algunos cristianos se niegan a celebrarlo, sigue el invierno en muchos corazones”. Lo que produce el gozo en el creyente es la vida abundante de Cristo, no la temporada navideña. Ésta es efímera y pasajera.

9. El autor menciona un argumento que se debe tomar muy en cuenta: “Todo aquello que no está en la Escritura y no la contradice y es de Bendición, puede realizarse”. Si este principio se aplica a la navidad, seguramente habrá algunas cosas que se deben evitar. Lo que si contradiga la Escritura y que no es de bendición. Como el pinito, los adornos, santa Claus y todo su equipo.

10. Estoy completamente de acuerdo con la conclusión del autor. Es verdad, que no debemos ser tan exagerados y legalistas que evitemos aprovechar algunas cosas de la cultura. Pero cuidado, de no tener análisis y filtros y que sin analizar se cultiven prácticas culturales que no honran al Señor. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo. Hay cosas que nosotros no podemos cambiar, pero si podemos decir como honrar al Señor.

11. Me sorprende que algunos creyentes no creen en invertir en los ministerios; pastoral, evangelístico y misionero, pero si invierten grandes sumas en los arreglos navideños para estar a tono con el espíritu de la navidad. Eso no honra a Dios.

12. Me gusta como concluye su argumento el autor. Él dice: “Nadie sabe con seguridad la verdadera fecha del nacimiento de Cristo”. Si eso fuera importante, seguramente Dios la hubiera dejado escrita claramente y sin confusión. Si Dios no le da importancia, ¿Por qué para nosotros debe ser la fecha más importante del calendario cristiano?

Edelmiro González Rojas
- - INTERESANTE - -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Pbro. Edelmiro González Rojas
Pbro. Edelmiro González Rojashttps://www.facebook.com/alejandroluchoaguilar
Ministro que militó en las Asambleas de Dios por muchos años, fue lider de Educacion Cristiana, escritor de algunas guias o lecciones dominicales, promotor de estudios, graduado de ISUM. Hoy trabaja independiente en ministerios de educación bíblica en linea dando cursos y predicando y enseñando donde se le invita.

Leer más

Compra esto!

Relacionado