[dropcap]E[/dropcap]s una palabra compuesta de once letras que encierra tantas cosas en ella; del latín Gé- nero-sus, concepto que hace referencia a la procedencia noble y virtuosa de un individuo.
En la Biblia encontramos ejemplos de personas que practicaban esta virtud de dar a los demás sin esperar nada a cambio; es también una de las formas en que podemos demostrar nuestro amor. Como hijos de Dios es necesario que la llevemos a la práctica como lo hacía la mujer virtuosa descrita en el libro de Proverbios 31, ella, no sólo hacía el bien a su familia, sino que extendía su mano al pobre, y al menesteroso. En nuestros tiempos al igual que en los de aquella mujer abundan los pobres, y no me refiero sólo a los que no tienen economía, porque el ser generoso no sólo se demuestra con dinero, sino con el darse a uno mismo por los demás sin esperar retribución alguna.
Existe tanta gente que no tiene a Jesús como su Salvador, que no han escuchado siquiera su nombre y que se encuentran inmersos en sus delitos y pecados, pensando que no hay solución para sus problemas, los cuales son víctimas del enemigo, el cual les hace creer que no valen nada. Algunos de ellos aunque ricos en lo material son mendigos vagando por la vida, quizás con ropas lujosas pero con un corazón destrozado; y nosotros como hijos de luz tenemos el espíritu del Todopoderoso, que nos da poder para testificar de su amor a los que nos rodean. generosidad, característica de la gente salva Pbra. lorena lópez negrete tesorer a del distrito sin a l o a n aya rit Compartamos entonces de las bendiciones que en abundancia el Señor nos da cada ma- ñana, abramos nuestros corazones, dejemos fluir los ríos de agua viva que hay en nuestro interior.
El Antiguo Testamento nos habla en el libro de Rut de dos personajes que quiero mencionar pues demostraron su generosidad, una de ellos es Rut; ella era joven, y eso no fue impedimento para que demostrara su amor y generosidad a su anciana suegra, a pesar de que había quedado libre de todo parentesco con Noemí, pues su hijo, esposo de Rut había muerto. Aunado a eso la joven mujer era de un pueblo extraño al de Israel, que no tenía las mismas costumbres que ellos. Rut decide aceptar al Dios de Noemí por el suyo y aprendió que ese Dios era amor, mismo que no dudó en demostrar al hacerse cargo de su suegra; la antepuso a sus propias necesidades, sin esperar nada a cambio, pues sabemos que Noemí ya no le podía proveer de otro hijo que se convirtiese en su esposo, sin embargo, el Señor no se queda con nada, Proverbios 11:25 dice: El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado. La joven Rut sació el hambre de su suegra al disponerse para ir a espigar (trabajo pesado y cansado). El proveedor Jehová Jireh
tenía todo preparado. Nuestro siguiente personaje es Booz, un hombre de edad madura y rico, que seguía las leyes del Señor. Dejando el fruto caído durante su cosecha para los pobres, extranjeros, huérfanos y viudas. Rut encontró gracia a los ojos de aquel hombre llamado Booz y él sin saber se convertía en el instrumento que Dios usaría para dar el pago a Rut por ser tan generosa con la anciana Nohemí. Booz a su vez es bendecido con una hermosa y joven esposa y con el fruto de su amor, Obed, quien sería un tiempo después el abuelo del rey David de quien nacería el Mesías Jesús el Salvador de nuestra alma. Hasta nuestros tiempos nos ha alcanzado la generosidad de estas personas descritas en este libro, ahora yo me pregunto ¿qué nos cuesta a nosotros ser generosos?
Si somos fieles a Dios, él abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendición hasta que sobreabunde, entonces esparzamos esas bendiciones hacía los que nos rodean, no sólo lo material, sino sobre todo la bendición espiritual que a diario nos brinda el Salvador.
Grandeza del ser humano
Espíritu de servicio
Negarse a uno mismo
Estar dispuesto
Reír con quien ríe
Obedecer al Señor
Servir a los demás
Imitar a Jesús
Desprenderse de lo nuestro
Alegría por repartir
Disfrutar cuando damos.