Las chicas tienen razón – dijo Dios
«El Señor le respondió: “Las hijas de Zelofehad tienen razón. Asígnales una porción de tierra entre los hermanos de su padre, y que la herencia de su padre pase a ellas”». (Nm. 27:6-7).
En los capítulos 27 y 36 del libro de Números se narra la historia de unas mujeres valientes e inteligentes. De esta historia podemos desprender, por lo menos, diez lecciones:
1. En la historia de las hijas de Zelofehad están implicadas tres leyes: La ley de la herencia, la ley de la propiedad privada y la ley del casamiento.
2. Estas mujeres presentaron una petición justa. Aunque la cultura era machista, y existía el patriarcado. Pero, Moisés las atendió. Hay hombres sensibles, que si saben escuchar.
3. Dios también escucha a las mujeres. Él no cierra la puerta ante una demanda justa.
4. Dar tu opinión, aunque sea diferente a los demás, no es pecado.
5. Este anhelo no nació de codicia sino de fe. Ellas estaban manifestando de hecho que confiaban en que Israel iba a llegar a Canaán. El no tener herencia les apartaría, de cierto modo, dentro de su tribu. Esas señoritas querían su posesión de Dios.
6. No fue gran tiempo después, cuando Canaán había sido conquistado y se estaba repartiendo la tierra entre familias, que las cinco se presentaron de nuevo; (Josué 17.3). Ellas le recordaron a Josué la promesa de Dios. Ahora reciben una herencia dentro de la tierra prometida.
7. Dios está interesado en el bien de la comunidad. La petición no solo fue de beneficio para ellas, pero para más personas que estuvieran en una condición similar.
8. Las mujeres reclamaron su herencia. Nosotros también debemos reclamar nuestra herencia en Cristo. Leamos y aprendamos de las preciosas promesas que Dios nos da.
9. Haciendo una analogía, la ley del casamiento también aplica a los cristianos. Ellas tenían que casarse con alguien de la misma tribu. Una mujer creyente no debe casarse con un pagano. Porque si ella es hija de Dios y la pareja no. Entonces, ¿Quién será su suegro?
10. Una clave en la historia es la palabra obediencia. Ellas hicieron lo que Dios ordenó (Nm. 36:10). La obediencia siempre honra a Dios y acarrea grandes bendiciones.
Conclusión
Mujer, toma lo que te pertenece. No eres hija de Zelofehad, pero sí eres hija de Dios.
Egor