Los profetas anunciaron la venida de Jesús, el Mesías Salvador. Isaías 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Las primeras cuatro lecciones de este trimestre se centran en el Adviento, una palabra que se usa a menudo para referirse a la temporada navideña. La venida de Cristo no fue una decisión «improvisada» que Dios tomó cuando envió a su Hijo al mundo. Había planeado este evento fundamental desde el principio del mundo.
Independientemente de cuáles sean sus tradiciones familiares para celebrar la Navidad, es importante que el enfoque sea en Jesús y su propósito en venir al mundo—ser el Salvador que proveería la libertad del pecado.
En Romanos 5:12-21, Pablo explicó cómo Adán trajo el pecado al mundo y, con éste, la muerte y la condenación para todos. Pablo también dijo: «por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (3:23). Sin embargo, a través de Cristo tenemos la redención del pecado (5:15-19). Estas son las buenas noticias sobre la venida de Cristo.
A lo largo del Antiguo Testamento, su venida fue anunciada por los profetas y prefigurada por los sacrificios del Antiguo Testamento.
Parte 1—Necesitamos un Salvador
□ Acciones pecaminosas Génesis 3:6-13
Satanás hace que el pecado parezca placentero, pero no nos muestra sus resultados. Con venció a Eva de que Dios le estaba ocultando algo bueno (Génesis 3:6). Ella pensó que el fruto la haría como Dios (v. 5) y que ella y Adán serían sus propios dioses. Eva comió del fruto y se lo ofreció a su marido (v. 6). El hecho de que estuviera con ella puede indicar que permaneció en silencio mientras Satanás engañaba a Eva.
Adán y Eva pronto descubrieron los resultados de su pecado (v. 7). «Fueron abiertos los ojos de ambos» muestra que tenían una nueva conciencia de sí mismos. Pero este no era el cuadro maravilloso que había pintado Satanás. Lo que Dios creó como bueno y hermoso se volvió vergonzoso. Intentaron ocultar su vergüenza, pero no pudieron esconderse de Dios.
Adán y Eva ahora estaban fuera de contacto con Dios (w. 9-11). Pero su pecado no pasó desapercibido para Dios. Él quería que se responsabilizaran de su pecado y lo confesaran. Sin embargo, en lugar de confesar, se culparon entre sí. Incluso hoy, la gente culpa a los demás en vez de asumir la responsabilidad de su pecado.
Satanás continúa tentándonos. Somos tentados por «los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida» (1 Juan 2:16). El anhelo de placer físico y el orgullo de ser nuestro propio dios nos aleja de Dios y nos lleva al pecado.
□ Promesa redentora Génesis 3:14,15
Dios es amoroso, pero si no castigara el pecado, no sería justo. La primera parte del juicio de Dios a la serpiente se ocupó de sus características físicas (Génesis 3:14). Algunos creen que la serpiente perdió sus piernas como parte del juicio de Dios. Sin embargo, «Sobre tu pecho andarás y polvo comerás» probablemente indiquen el estado impotente de Satanás después del juicio de Dios. Satanás y sus demonios tendrían una constante «enemistad» con la humanidad (v. 15), pero el castigo final de Satanás pondría fin a su hostilidad hacia la humanidad.
La frase «y tú le herirás en el calcañar» (v. 15) describe una acción limitada—probable mente una referencia a la muerte de Cristo en la cruz. Su muerte fue temporal porque Dios lo levantó de los muertos (Efesios 1:20). Sin embargo, «te herirá en la cabeza» (Génesis 3:15) indica la victoria final de Cristo sobre Satanás que tuvo lugar en la cruz y se realizará plenamente cuando Cristo establezca su reino terrenal (Apocalipsis 20:7-10). La simiente de la mujer, Cristo, derrotará a Satanás y proporcionará la salvación a toda la humanidad (Hebreos 2:14,15; 1 Juan 3:8). La derrota de Satanás por Cristo también nos da el poder de vivir victoriosamente para Él.
Parte 2-Dios promete un Salvador
□ Anuncio profético Isaías 7:14; 9:6,7
Muchas profecías del Antiguo Testamento no solo tuvieron un cumplimiento inmediato, sino que también presagiaron eventos en el futuro lejano. En este caso, el mensaje de Isaías se relacionaba con un intento de quitar a Acaz del trono de Judá, lo que rompía el pacto que Dios había hecho con David (2 Samuel 7:4-17). Acaz se negó a pedir una señal (Isaías 7:10-12), pero Isaías dijo que Dios daría una señal—una profecía de que uno de los des cendientes de David permanecería en el trono de David.
La promesa de Dios vendría a través de una virgen (la palabra hebrea significa una mujer joven en edad de casarse). Su hijo llevaría la presencia de Dios a su pueblo de una manera nueva. Mateo se dio cuenta de que la presencia de Dios había llegado a su pueblo a través de su Hijo, Jesús.
Isaías 9:6-7 continúa la profecía acerca del Mesías venidero que comenzó en 7:3. La frase «el principado sobre su hombro» apunta a su realeza. «Admirable» describe su exce lencia sobrenatural (Isaías 9:6). «Consejero» muestra su sabiduría dada por Dios. «Dios fuerte» muestra que Él es Dios por naturaleza. «Padre eterno» muestra que Él es eterno (Juan 1:3). Como «Príncipe de paz», Él traerá paz—salvación, plenitud y bienestar para todos los que se vuelvan a Él.
□ Anuncio cumplido Juan 1:45-49
Al principio del ministerio de Jesús, Felipe aparentemente entendió que Jesús era el cum plimiento de las profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías (Juan 1:45). Moisés profetizó que vendría un profeta especial de Dios (Deuteronomio 18:15-18), y el pueblo de Israel estaba esperando a este profeta (véase Juan 1:21; Hechos 3:22). Jesús cumplió muchas profecías del Antiguo Testamento concernientes al Mesías.
Felipe quería que Natanael conociera y escuchara a Jesús. Quizá Felipe y Natanael habían estudiado y comentado las profecías del Antiguo Testamento relativas al Mesías, pero Natanael se mostró escéptico al principio (Juan 1:46). Nazaret era una aldea pequeña e insignificante. Esto no encajaba con lo que sabían sobre el Mesías.
Jesús conocía el carácter de Natanael (v. 47). «En quien no hay engaño» indica que era un hombre sin dobleces. La declaración de Jesús sorprendió a Natanael (v. 48). La respuesta de Jesús reveló el conocimiento sobrenatural de Jesús y algo sobre el carácter de Natanael. «Debajo de la higuera» indica que probablemente Natanael estaba orando y meditando en la Palabra de Dios. Quizá estaba reflexionando sobre las profecías del Anti guo Testamento acerca del Mesías. La percepción de Jesús sobre la vida y el corazón de Natanael lo convenció de que Jesús es el Mesías (v. 49).
Parte 3-Profecías mesiánicas cumplidas
□ Muerte anunciada Lucas 18:31-33
Jesús y sus discípulos se dirigían a Jerusalén para celebrar la Pascua. (Lucas 18:31). En esta Pascua, Jesús cumpliría las profecías del Antiguo Testamento sobre su muerte y resurrec ción. Los discípulos probablemente conocían muchas de estas profecías, pero no sabían los detalles de cómo se cumplirían. Jesús les dio una breve descripción de lo que sucedería (w. 32,33). Los romanos eran conocidos por su crueldad, especialmente su crucifixión. Jesús sufriría el dolor y la humillación de la crucifixión por la salvación de todos los que confían en Él. La muerte de Jesús era solo el principio. Resucitaría de los muertos y proporcionaría la esperanza de la salvación y vida eterna para todos los que creen en Él.
□ Las buenas nuevas proclamadas Hechos 13:13-16,32-38
Cuando Bernabé y Pablo llegaron a Antioquía, fueron primero a la sinagoga. El mensaje de Pablo era para los judíos primeramente (Romanos 1:16; 2:10). El conocimiento que tenían los judíos del Antiguo Testamento los ayudaría a entender la venida del Mesías. Los gober nantes de la sinagoga a menudo permitían que los rabinos visitantes se dirigieran a los pre sentes (Hechos 13:15). Quizá Pablo se había presentado a este gobernante anteriormente esa semana. Pablo siempre estaba listo para contarle a la gente acerca de Jesús (v. 16).
Después de dar una breve historia de la nación de Israel (véanse los versículos 17-22), Pablo se centró en Jesús como el cumplimiento de la promesa de Dios, presentando a Jesús como el hijo de David y el Hijo de Dios—el Mesías, cuyo trono duraría para siempre. Señaló la resurrección de Jesús cuando se refirió al salmo 16:10: «No dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción». El cuerpo de David experimentó la descomposición, pero Dios había resucitado de los muertos a Jesús (Hechos 13:37). Luego Pablo resumió su mensaje. A través de Jesús tenemos el perdón de los pecados, y podemos proclamar este mensaje a los demás.
¿Qué nos dice Dios?
Jesús cumplió las profecías del Antiguo Testamento mostrando que Él es el Mesías. Los Evangelios explican cómo Jesús cumplió estas profecías y Él es el único que puede traer la salvación.
Le doy gracias a Dios primeramente,
Y a usted pastor David Gamboa
le doy las gracias por compartir y
permitirnos estas preciosas enseñanzas
Humildemente su servidor
Pastor Ramiro De Asís S.