En memoria del Pbro. Abelardo Guerrero Ávalos.
Este día (28 nov,2020) el Señor llamó a su presencia al Pbro. Abelardo Guerrero Ávalos, a quien tuve la oportunidad de tratar de cerca en el año 1990, cuando él era el Director Nacional de Educación Cristiana y yo fui nombrado director de ECCAD. Recuerdo que el Pbro. Alfonso de los Reyes siempre se refería a él de manera afectuoso como el profesor, porque lo era de profesión. Sin la participación y ministerio del profesor no se entendería la existencia del Departamento Nacional de Educación Cristiana, el Consejo de Educación Cristiana del que fue el primer director, ni el funcionamiento de ECCAD.
En la editorial redactó los primeros expositores para adultos, en su totalidad. Por cerca de seis años. En esa época, literalmente nadie escribía nada, no había escritores, solo Abelardo, La idea de aquellos años era que al menos por 60 años no se iba a repetir una lección en el Expositor, en contraste con la Guía Dominical de Editorial Vida, que repetía sus ciclos cada cinco años. Lo cual era un grande desafío. Integró un buen equipo con Sara Rocha Cortés, la primera directora de la editorial, a quien me tocó sustituir. Ellos con el respaldo de la Directiva General de aquellos años, fundaron de la nada lo que hoy es la casa editora de los materiales de escuela dominical de la iglesia. Les tocaron años duros, la economía del país en 1983 estaba en ruinas, eras los tiempos de las devaluaciones del peso frente al dólar, donde comprar los materiales que se importaban del extranjero se hacía cada vez más difícil. Además de que Editorial Vida estaba cambiando sus políticas de ver la edición de libros en español como una parte de su trabajo misionero a Latinoamérica hasta que finalmente el Concilio General de las Asambleas de Dios de los Estados Unidos, la vendió a Zondervan, filial de la editorial transnacional HarperCollins. Pero ante todo era la oportunidad de tener una editorial propia con escritores mexicanos. Reto no menor.
En el Departamento Nacional de Educación Cristiana, al hermano Abelardo, le correspondió iniciar la transformación rumbo a lo que hoy es el Consejo Nacional de Educación Cristiana. Lo cual considero que debe ser reconocido con mayor amplitud porque sus méritos son enormes en esta área. Promotor de diversas teorías y formas de educación en sus planes de trabajo, como la Pedagogía Autoactiva. No se si fue el creador o sólo la promovió pero uno de los temas que más impulsó fue la “Pirámide Educativa de las Asambleas de Dios”. Estos y otros proyectos los transmitía en los clásicos seminarios que impartía. Logró iniciar los materiales impresos del DEC. Había en esos años dos clásicos: el Manual del DEC, el cuaderno de Estudios Postbautismales. Un tercero sería el proyecto del Curso Prebautismal que ya me correspondió dirigir su edición y ponerlo a la venta.
Hombre de hablar pausado y voz grave y serena. No me tocó verlo alterado, ni contestar airado, aunque no estuviera de acuerdo con el interlocutor. Era respetado por todos. Nunca le escuché ni alguien me comentó que haya exigido algo. Siempre dependió del Señor. Siempre formal. Entregado a su misión.
Era un viajero incansable, iba por todos los Distritos del país cada bienio. No era raro en aquellos años llegar a una ciudad y que dijeran los pastores y líderes aquí está Abelardo, o estuvo o está por llegar. Hombre entregado al trabajo de campo. Además de su trabajo de redacción y edición. Un hecho a resaltar es que casi todos sus viajes eran por carretera, en autobús de línea atravesó la República como decían los clásicos: de costa a costa y de frontera a frontera. Entre esos viajes llegaba al antes Distrito Federal a escribir y luego continuar sus viajes. Los que vivimos en aquellos años en Nicolás León 118 fuimos testigos de su entrega. Hoy pienso que alguna de las enfermedades que lo aquejaron en estos últimos años de su vida pudieron haberse originado en tantas horas de viaje, inmóvil, sentado, sin descanso adecuado, comiendo en las centrales, por esa entrega al ministerio educativo y editorial.
Descansa de sus trabajos el Pbro. Abelardo Guerrero Ávalos, pero sus obras y hechos a favor de la educación y del crecimiento intelectual de la iglesia quedan como constancia de su ministerio. Dios fortaleza a su familia, amigos, e iglesia.