Celebramos la Cumbre Educativa los días 26 al 29 de agosto de 2013
teniendo como sede las instalaciones del hotel Crown Paradise Club, en la zona hotelera de Cancún, Quintana Roo. Alrededor de 400 educadores y líderes de México y el Continente nos dimos cita para ser edificados con el programa del SEC. El objetivo de concientizar sobre la necesidad de la formación ministerial transgeneracional se cumplió.
De toda la república se dirigieron a este paraíso del Sureste mexicano los asambleístas
amantes de la educación para participar en la Cumbre Educativa. Sermones,
plenarias y talleres enfocaron el tema de 1 Timoteo 2:2, Formación Ministerial
Transgeneracional, prioridad 1. Se enfatizó nuestro deber de formar a la generación
de relevo, a los Timoteos, a los ministros que nos sucederán para ministrar al mundo
con la doctrina pentecostal, asambleísta; con los mismos valores y las mismas experiencias de salvación en Cristo y de llenura del Espíritu Santo.
Los devocionales matutinos y los cultos por la noche fueron saturados de palabra y experiencia por los predicadores; los talleres de PROCEPA fueron abarrotados por profesores que buscaban la certificación internacional, abundaron los isumistas y los estudiantes de la Facultad de Teología que tuvieron la oportunidad de interactuar con los líderes internacionales. Permeaba un ambiente para la interacción académica.
Rompimos el récord de asistencia nacional a la Cumbre Educativa. El anterior lo tenían los peruanos cuando en Lima asistieron 215. Ahora los rebasamos por más de cien. La meta era 300 mexicanos, pero llegaron muchos más. La meta para la delegación extranjera era de 150, pero sólo llegaron 38, contando con los 31 miembros del SEC, es decir los organizadores. En palabras de Rodney Boyd, fue una reunión exclusiva para un solo país: México.
Al final la gente salió contenta con el programa de la Cumbre. La retroalimentación
arroja resultados de satisfacción. Disfrutamos de un tiempo de aprendizaje, reflexión, concientización y armonía. Sobre todo dimos testimonio al mundo de que en las Asambleas de Dios en México amamos la educación y que estamos comprometidos con todo lo que implica superación, actualización y contextualización de la sana doctrina.
Retornamos a nuestro campo de ministerio motivados a cumplir la tarea. Seremos
más intencionales en trascender; nuestras acciones, actitudes, enseñanzas y sermones apuntarán a la nutrición de la iglesia de la siguiente generación. Identificaremos a nuestro Timoteo y cultivaremos en él la fe y la esperanza; le infundiremos el espíritu de lucha en la buena milicia, e integraremos en su vida los valores de la doctrina y la praxis asambleísta. El Espíritu de Dios nos ayudará en esta magna labor.