Desde siempre se ha enseñado a los jóvenes cristianos que al casarse por el registro civil, lo hagan por el RÉGIMEN MANCOMUNADO.
Matrimonio por Bienes Separados
Refiere a que toda adquisición material que se haga antes y desde el momento en que se contrajo matrimonio es total y absolutamente de quien la hizo, es decir cualquier compra, venta o incluso deuda se asumirá de forma individual sin involucrar al cónyuge; la esposa o esposo podrán disponer de sus cosas materiales sin autorización del otro. No obstante cualquier bien mueble o inmueble que se compre durante el matrimonio puede ser dividido dependiendo de las condiciones de compra del mismo. Debido al alto índice de divorcios en la actualidad, un gran porcentaje de las parejas que contraen matrimonio en estos tiempos, opta por esta opción debido a que permite ahorrarse de muchos problemas en caso que se tome la decisión de separarse.
Matrimonio por Bienes Mancomunados
Este régimen establece que toda deuda, bienes muebles o inmuebles adquiridos durante el matrimonio son responsabilidad y propiedad de ambas partes por igual. Esto quiere decir que sin importar a nombre de quién esté alguna pertenencia, ésta es posesión de los dos, al igual que una deuda, sin importar quién la haya adquirido, es obligación de los dos cónyuges liquidar.
Este tipo de régimen se ha ido perdiendo poco a poco con el tiempo debido a que las mujeres son cada vez más independientes y por tanto cada vez un menor porcentaje dedica su tiempo completo a ser ama de casa, por lo que al también tener ingresos existe una mayor igualdad ante una situación económica. Anteriormente el matrimonio por bienes mancomunados era la opción más asediada al momento del compromiso, puesto que había muchos menos divorcios y se pensaba en no dejar desamparada a la mujer y a la familia, sin embargo los roles se han ido igualando poco a poco y por tanto a pesar de ser una pareja, hay una independencia mayor por parte de ambas partes.
En la iglesia la mayoría de los Ministros, Pastores enseñan casarse por bienes mancomunados, y la intención es muy buena y sabia, sin embargo hoy por hoy ante tantos problemas del matrimonio, los divorcios, las infidelidades, el adulterio dentro del matrimonio que termina en separación o divorcio y ante las nuevas leyes que gobiernan el país, es más cómodo para ambos conjugue unirse por BIENES SEPARADOS, no por desear el fracaso, sino mas bien para evitar tanto gasto legal al deslindarse las responsabilidades o adjudicarse los bienes que ambos tienen, porque queramos o no es una realidad que los divorcios entre los creyentes van en aumento (tristemente una realidad en México).
en la liturgia de bodas se refiere esta palabra dentro de los votos de los novios al momento de presentar las Arras “Las arras son los bienes adquiridos en la vida que provienen de Dios” mientras las pone en la mano derecha del novio., Que estas arras sean el símbolo de los bienes que ahora poseemos y los que unidos adquiriremos.»
[quote]1 Pedro 3:7 Dice:
Vosotros maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso mas frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.[/quote]
es notable la intención de Dios el querer que los hogares no se desintegren , que cada uno cumpla su papel dentro del matrimonio, y lamentablemente el divorcio es la herramienta legal para separar a los hogares. y cuando existe el divorcio y la pareja se casó por bienes mancomunados se presentan los problemas de «Liquidar» a partes iguales los bienes que ambos se adjudicaron durante su unión.
No podemos incitar a que cuando los novios se casen lo hagan por bienes separados, mas bien debemos instar a que valores su verdadera razón al casarse, que sea por amor, y con una disposición de vivir juntos siempre.
El régimen de Bienes separados, no debe tomarse como Pecado o falta a la moral, mas bien es una decisión personal sin afán de pensar en lo negativo. pero siendo prudentes por lo que no conocemos en el futuro.
La decisión ante el régimen elegido es de ustedes, sin embargo, hay que pensar con frialdad antes de tomar la decisión y considerar que en toda unión existe una posibilidad de separación.
Dios nos ayude a tomar decisiones sabias.
