“La exposición de tus palabras alumbra.”
Salmo 119:130
La vida tiene sus altos y bajos. El éxito es parte de la vida, pero el fracaso también lo es. Todos experimentamos el fracaso en nuestras vidas. Podemos mirar hacia el pasado y ver cómo podríamos haber actuado mejor. A veces tomamos decisiones imperfectas que tienen resultados desastrosos. ¿Cómo le hacemos frente al fracaso? ¿Cómo superamos la derrota?
Promesas para los tiempos de fracaso y derrota
“Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano”. Salmo 37:23, 24
“Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos”. Salmo 145:14
“No te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz”. Miqueas 7:8
Principios bíblicos para enfrentar el fracaso y la derrota
- Recuerde que Dios no nos ama menos cuando fracasamos que cuando tenemos éxito. (Salmo 103:14; Salmo 34:14; Salmo 147:3)
- El fracaso es una ocasión para reevaluar nuestras vidas. (Gálatas 6:3-4; Salmo 139:1-5)
- El fracaso nos conduce a tener más confianza en Dios. (Salmo 34:17; Jeremías 17:7)
- El fracaso nos enseña a ser compasivos con otros que también han fracasado.
(2 Corintios 1:3-6) - Con frecuencia el fracaso es un preludio a un éxito fuera de lo común. (1 Pedro 5:6-7)
- El fracaso es un llamado a una fidelidad mayor. (Deuteronomio 29:9; 1 Crónicas 22:13)
- El fracaso nos hace acordar que todavía estamos en el territorio del enemigo.
(1 Pedro 1:3-5)