Enfrentando el divorcio
“La exposición de tus palabras alumbra.”
Salmo 119:130
El divorcio es una realidad en nuestra sociedad fragmentada. Es muy común ver matrimonios que se han dividido. El hecho que sea común no disminuye su dolor. Las familias deshechas por los efectos dañinos del divorcio sufren. Muchas veces ambos esposos, como también los hijos, sufren una tristeza permanente. Aunque no existen respuestas de pocas palabras, la Biblia provee algunos principios que ayudan. Las heridas pueden ser sanadas.
Promesas para los tiempos de divorcio
“En ti, oh Jehová, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. . .” Salmo 71:1, 3
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”. Jeremías 31:3
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:32
Principios bíblicos para enfrentar el divorcio
- Espere tener sentimientos de pena y de pérdida y pasar por momentos de soledad. Esto no indica de ninguna manera que Dios le ha abandonado. Sus bajos emocionales son el resultado de su dolor interior. Dios todavía está presente. (Salmo 34:18; Salmo 147:3; Isaías 41:10)
- Pídale a Dios que le enseñe las lecciones que él quiere que usted aprenda a través de esta experiencia. Puede ser que ha sufrido el maltrato. No se eche la culpa. Pregunte: “¿Qué puedo aprender?” (2 Corintios 1:3-5; Proverbios 15:13)
- Procure tener un espíritu de perdón. La amargura destruirá su felicidad futura.(Salmo 139:1-3; Hechos 8:23; Job 21:25)
- Pídale a Dios que reedifique su vida. Es posible que lo mejor de su vida todavía esté por delante. (Proverbios 3:3-5; Eclesiastés 4:9-10)
- Abra su corazón a una relación más profunda con Cristo. Busque su amor. Pídale que llene su corazón con amor. (Filipenses 4:6-7)
- Si es necesario pedirle perdón al cónyuge de quien se ha separado o divorciado, hágalo. Será terapéutico. (Efesios 4:31-32; Salmo 42:8; Isaías 49:15-16)
- Crea por fe que algún día, en la eternidad, todo su dolor se convertirá en gozo.(Apocalipsis 21:2-5; 2 Corintios 4:17)