El único pasaje de la Biblia que narra la visita de los magos es Mateo cap. 2
1. No dice su número: No eran tres.
2. No dice su rango: No eran reyes.
3. No dice que eran “santos” “reyes” magos.
4. No dice su color: amarillo, negro y ni blanco.
5. No dice que representan a las tres razas: Europa, Asia y Africa.
6. No dice su transporte: caballo, camello y elefante.
7. No dice sus nombres: Melchor, Gaspar, ni Baltazar.
8. No dice nada de un cuarto rey, menos que se llamaba Artabán.
9. No dice sus edades: 20, 40, y 60.
10. No dice que uno era joven, otro adulto y otro anciano.
11. No dice que llegaron junto con los pastores.
12. No dice que llegaron al pesebre, sino a su casa (Lc. 2:7; Mt. 2:11).
13. No dice que llegaron el día que nació el niño, sino mucho tiempo después (Mt. 2:16).
14. No dice que son magos “buenos”. La Biblia reprueba la práctica de los magos.
15. No dice nada de un pinito cuando encontraron al niño.
16. No dice que trajeron una rosca.
17. No dice que llegaron un 6 de enero.
18. No dice nada de su relación con el día 2 de febrero.
19. No dice nada de cartas escritas por niños pidiendo regalos.
20. No dice nada de regalar regalos a los niños judíos.
Conclusión
Tenemos que aprender a separar lo que la Biblia dice y lo que es parte de una tradición o leyenda que viste una cultura. Esta es una buena práctica para leer la Biblia, sin anteponer nuestra cultura. Lo que dice la Escritura, primero fue palabra de Dios para los que la recibieron, y al captar correctamente, lo que ellos entendieron, entonces podemos comprender lo que dice la palabra de Dios para nosotros. No viceversa.