El ataque militar de Rusia contra Ucrania ocasionó la destrucción, la muerte y el desplazamiento del pueblo ucraniano que huía de los estragos de la guerra. Ante este desolador panorama, un ministerio cristiano no ha parado de brindar ayuda humanitaria a las víctimas de la invasión rusa.
Para estas personas y las que se mudan dentro del país, “Jesus Mission”, un ministerio cristiano en asociación con las iglesias locales, se ha estado movilizando durante todo el año para entregar alimentos, suministros y la palabra de Dios a las personas necesitadas.
“Siempre hemos dicho que queríamos estar al borde de la crisis, y debido a nuestra relación con la gente dentro de Ucrania, no tuvimos más remedio que salir de la banca y convertirnos en parte de la solución“, dice Andy Zeissman en una entrevista. .
“La expresión del riesgo y la disposición a correr riesgos abren la puerta para que avance el Evangelio más que cualquier otra cosa”, dice el misionero.
Explica que al comienzo de la guerra, el ministerio compró algunas camionetas y comenzó a llevar suministros a las zonas de guerra activa.
“Cuando vamos a las aldeas, no tienen comida, agua ni electricidad la mitad del tiempo”, dice Zeissman. “El objetivo es seguir recibiendo alimentos lo más cerca posible de las líneas del frente”.
Jesus Mission no trabaja solo, sino en asociación con las iglesias locales no solo para distribuir alimentos, sino también para compartir la esperanza del Evangelio con los viajeros cansados, explica Zeissman.
“Venimos a Ucrania, tenemos nuestras camionetas que dicen ‘Jesus Mission Relief Vehicle’, pero aparte de eso, solo estamos trabajando con la iglesia local, porque así es como la gente se beneficiará más. Simplemente llevando comida a la iglesia, realmente podemos equiparlos para una labor larga, que son años de trabajo”, dice.
“En cierto modo, llevamos alimentos físicos a las personas, pero si trabajamos a través de la iglesia local, las personas pueden comer dos veces, porque esa iglesia alimentará espiritualmente a las personas. Así que nuestro corazón es ayudar a la iglesia ucraniana dondequiera que vayamos”.
Para mostrar al mundo occidental lo que está sucediendo y alentar a las personas a contribuir a la misión en Ucrania, A Jesus Mission acaba de lanzar un documental.
Según el ministerio, historias como estas son interminables, pero donde estos misioneros vieron una profunda devastación, también vieron a Dios moverse de manera impactante.
“Vimos a hombres adultos y pastores llorando porque sucedió el milagro por el que oraron, que llegarían alimentos y ayuda”, dijo el director ejecutivo de A Jesus Mission, Pierce Westfall.
“Dios está haciendo cosas. Ver a la gente llorando, literalmente de rodillas, rogándole a Dios su pan de cada día y luego apareces y puedes ser parte de esa solución, es sin palabras. Hay miles de historias como esta. Cada vez que ves es la devastación, también ves la gloria de Dios moviéndose en medio y redimiendo como siempre lo hace”.
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