Pastorales.com Contenidos que bendicen
DIOS ESCUCHA Y SABE TODO
Cuando el teólogo escocés John Baillie daba clases en la Universidad de Edimburgo, adopto la práctica de abrir su curso sobre la doctrina de Dios con estas palabras: “Debemos recordar, al debatir sobre Dios, que no podemos hablar de El sin que escuche cada una de las palabras que decimos. Tal vez podamos hablar de otras personas a sus espaldas, pero Dios está en todas partes, si, incluso en esta aula. Por tanto, en todas nuestras discusiones, debemos ser conscientes de su infinita presencia, y hablar de Él, por así decirlo, en su cara”.
1-El SEÑOR ESTÁ EN TODAS PARTES
El saber que el Señor está en todas partes debería causar un impacto en lo que decimos. David, pensando en la omnipresencia de Dios, declaró:
“Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor.”
(Salmos 139:4 NTV).
De nuestros labios no deberían salir nunca mentiras, chismes, comentarios poco amables, chistes colorados [o verdes], palabras airadas, comentarios vulgares y el uso irrespetuoso del nombre del Señor.
2-DIOS ESCUCHA LOS COMENTARIOS QUE SE HACEN CON PERSONAS AUSENTES.
Quizá para algunos es normal hacer juicios y comentarios sobre los demás en su ausencia. Esta actitud aparte de ser cobarde, también ofende al Señor porque fomenta el desprestigio y el encono en contra de una persona, sin que ella pueda defenderse.
Jesús dijo al respecto: “No juzguéis, para que no seas juzgado”
(S Mateo 7:1).
3-ABSTENERSE DE CAER EN LA TENTACIÓN DE LA DIFAMACIÓN
Evitar las predicaciones desde el púlpito, el aula de clases o cualquier actividad ministerial, que lleven el propósito de exhibir y descalificar a alguien públicamente, utilizando la biblia para lograr interés personales.
Si ese fuera el caso, deberíamos pedirle al Señor que nos libre de caer en ese tipo de activismo perverso.
Recordamos las palabras del divino maestro:”De la abundancia del Corazón habla la boca”(S Lucas 6:45).
Debemos tener en cuenta este principio cuando somos tentados ha hablar en contra de alguien que no está presente en nuestras pláticas de amigos, familiares o en las reuniones ministeriales en cualquier nivel.
Debemos decir únicamente las cosas que nos constan y que Dios aprueba. Nuestro deseo debe ser el mismo de la apasionada oración de David en el Salmo 19:14 NTV
“Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor.”
CONCLUSION:
El chisme, no es un tema popular, pero es una actividad popular.
Por eso recuerda… ¡Dios escucha!
TODA PALABRA QUE DECIMOS EN LA TIERRA, SE ESCUCHA TAMBIEN EN EL CIELO. Y de esta manera todo está archivado en “la nube”de Dios
Hasta que alguien que ha cometido el pecado de difamación se arrepiente y pida perdón.
Créditos a quien corresponda
Pbro. Juan J. Pérez G.
Pastoralmente Siervo de todos
27 comentarios
